El himno órfico a Hermes en el auriga socrático

-Post de FH.
Filosofamos hoy con Platón y su mito del carro alado. Las almas son como un carro dirigido por un auriga del que tiran dos caballos. El alma será la fuerza natural que mantiene unidos al carro y a su auriga, sostenidos por alas; una fuerza capaz de elevar lo pesado, encaminándolo hacia el lugar donde habitan los dioses. El cultivo y la dedicación a lo hermoso hacen crecer las alas que harán más ligera la ascensión. Lo malo, lo feo hacen que estas se extingan: la caída será inevitable. En el caso de los hombres, la subida es más costosa. La causa es que el auriga ha de guiar una pareja de caballos distinta. Uno es blanco y simboliza la belleza y la verdad, mientras que el otro es negro, sinónimo del mal. El auriga es la parte racional, el equilibrio. Si el auriga es capaz de controlar a los caballos, el conjunto se elevará y contemplará el mundo de las ideas. Si no lo hace, los caballos se rebelarán, el carro no podrá elevarse y caerá en el mundo de las cosas, el mundo sensible.


-Mi comentario.
No está nada mal, pero se os ha olvidado mencionar que es una parte de los "Himnos órficos", más concretamente los dirigidos "A Hermes" (XXVIII), el cual hay que cantar con perfume de "incienso". Este dice así:

"Acércate, Hermes, y responde a mi plegaria,
mensajero de Zeus, divino hijo de Maya
que las pendencias dilucidas, guía de la humanidad.
Dotado de gran corazón y de prudente inteligencia,
celeste mensajero de probada pericia,
con poderosas artes lograste aniquilar a Argos que todo lo ve.
Con pies alados atraviesas los aires,
¡oh, amigo del hombre, profeta de la palabra!
Gran mantenedor de la vida, te complaces
en las artes gimnásticas, en el divino fraude.
Con tu poder investido, el lenguaje se torna elocuente,
adquiere fluencia y es fuente de ganancia.
Con tu mano empuñas la rama de purificadora paz,
bendito corifeo, Dios productivo
de lenguas múltiples, protector de nuestras labores,
compasivo para las necesidades de los mortales,
arma afilada de la lengua, que los hombres adoran.
Hazte presente, Hermes, y atiende a tus suplicantes.
Ayúdame en mis trabajos, otorga un pacífico fin a mi existencia,
la gracia al hablar, e incrementa mi memoria.
"

El "alma", al igual que Hermes, es un fraude producido por la ilusión "Maya", su madre. Logrado para potenciar ciertas habilidades, además de darles explicación religiosa como tal guía. Por ello, el alma es la derrota de la visión, como tal puede ser en la gimnasia y en el fraude, que en todo momento no han dejado de ser ganancia sostenida por la paz común y productiva. Dicha visión produce multitud de lenguas y labores, además palía las necesidades y protege contra los rivales. Por lo tanto, ayuda a los trabajos, a la existencia, al hablar y a la memoria.

Creo que a esto es a lo que se refería con el mito, el cual es, en sí, una reinterpretación del dios Hermes. Es peligrosísimo a nivel moral y ético y puede explicar en cierto modo la subversión de estas doctrinas socráticas al orden.

¡Gracias por el post y buen día!

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