-La luna llena en le agua (historia chan).
"Había una vez tres maestros chan llamados Yen Tou, Hsueh Feng y Chin Shan, que se reunieron para tener una charla. Señalando un cubo lleno de agua limpia, Hsueh Feng intentó hacer un comentario, pero Chin Shan se le adelantó recitando el siguiente verso: "La luna llena está en el agua clara".
Al oír esto, Hsueh Feng protestó diciendo: "En el agua clara no hay luna llena".
El siguiente fue Yen Tou. Sin decir una palabra, dio una patada al cubo y se marchó".
-La labor de Gisho (historia zen).
"Gisho fue ordenada monja a los diez años. Recibió la misma clase de educación que cualquier muchacho de su edad. Al cumplir los dieciséis, empezó a viajar de un lado a otro, estudiando el zen bajo diferentes maestros.
Estuvo tres años con Unzan, seis con Gukei, pero seguía aún sin obtener una visión clara del zen. Fue entonces a ver al maestro Inzan.
Inzan no hizo distinción alguna en virtud de su sexo. Solía reprenderla con frecuencia, y llegado el caso la abofeteaba para despertar en ella su naturaleza interior.
Gisho se quedó con Inzan trece años, hasta que finalmente encontró lo que había estado buscando.
En su honor, Inzan escribió un poema:
Después de alcanzar el satori, Gisho marchó a la provincia de Banshu, donde fundó su propio templo. Allí enseñaría el zen a otras doscientas monjas hasta el día de su muerte, acaecida durante el mes de agosto de cierto año".
"Había una vez tres maestros chan llamados Yen Tou, Hsueh Feng y Chin Shan, que se reunieron para tener una charla. Señalando un cubo lleno de agua limpia, Hsueh Feng intentó hacer un comentario, pero Chin Shan se le adelantó recitando el siguiente verso: "La luna llena está en el agua clara".
Al oír esto, Hsueh Feng protestó diciendo: "En el agua clara no hay luna llena".
El siguiente fue Yen Tou. Sin decir una palabra, dio una patada al cubo y se marchó".
-La labor de Gisho (historia zen).
"Gisho fue ordenada monja a los diez años. Recibió la misma clase de educación que cualquier muchacho de su edad. Al cumplir los dieciséis, empezó a viajar de un lado a otro, estudiando el zen bajo diferentes maestros.
Estuvo tres años con Unzan, seis con Gukei, pero seguía aún sin obtener una visión clara del zen. Fue entonces a ver al maestro Inzan.
Inzan no hizo distinción alguna en virtud de su sexo. Solía reprenderla con frecuencia, y llegado el caso la abofeteaba para despertar en ella su naturaleza interior.
Gisho se quedó con Inzan trece años, hasta que finalmente encontró lo que había estado buscando.
En su honor, Inzan escribió un poema:
"Esta monja estudió trece años bajo mi tutela.
Por las tardes reflexionaba sobre los más profundos koans;
Por las mañanas caía absorta en otros nuevos.
Solo la monja china Tetsuma pasó por todo esto antes que ella,
Y desde Mujaku nadie ha sido tan genuino como Gisho.
Sin embargo, aun le quedan por abrir muchas puertas.
Recibirá todavía bastantes bofetadas de mi mano de hierro".
Después de alcanzar el satori, Gisho marchó a la provincia de Banshu, donde fundó su propio templo. Allí enseñaría el zen a otras doscientas monjas hasta el día de su muerte, acaecida durante el mes de agosto de cierto año".
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