-Post de FH.
"A veces sentimos la necesidad de vaciar la cabeza, y eso no es forzosamente una alienación o una manipulación. Que a la gente le gusten las cosas superficiales no es un drama. Ahora, lo que es criticable es que esa superficialidad invada la vida. La novedad no consiste en la necesidad de evasión del ser humano, si no en que el instrumento dominante para conseguir esa evasión sea irse de compras". Lo ha dicho el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, autor de "De la ligereza", en una entrevista reciente en el suplemento Mujer de hoy.
"A veces sentimos la necesidad de vaciar la cabeza, y eso no es forzosamente una alienación o una manipulación. Que a la gente le gusten las cosas superficiales no es un drama. Ahora, lo que es criticable es que esa superficialidad invada la vida. La novedad no consiste en la necesidad de evasión del ser humano, si no en que el instrumento dominante para conseguir esa evasión sea irse de compras". Lo ha dicho el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, autor de "De la ligereza", en una entrevista reciente en el suplemento Mujer de hoy.
-Mi comentario.
Es lo mismo que dice Schopenhauer ("Aforismos sobre el arte de saber vivir", 7), pero de otro modo:
"En última instancia, de lo que dependen nuestro bienestar o nuestra desdicha es de lo que llena y preocupa nuestra conciencia. En general, toda ocupación puramente intelectual aportará mucho más al espíritu capaz de entregarse a ella que la vida real, con su constante alternancia de logros y fracasos junto a sus sobresaltos y sus tormentos. Pero, es verdad que para esto se necesita estar dotado de unas condiciones espirituales preponderantes. Además, hay que añadir que mientras la vida activa, dirigida hacia el exterior nos distrae y nos aparta del estudio, la paz y el recogimiento necesarios al espíritu, tanto como la constante dedicación a las tareas intelectuales, nos incapacitan en mayor o menor medida para el tráfago y el tumulto de la vida. De aquí, que a veces sea necesario dejar a un lado por una temporada el estudio y el retiro cuando aparezcan circunstancias que de algún modo requieran una actividad práctica y enérgica".
Por lo tanto, Lipovetsky estaría diciéndonos que nos dediquemos al estudio más que a las compras y a la vida exterior, que es clavado a lo que dice Buda (Dhammapada; "Vejez", 152) cuando afirma que "aquel que aprende poco, crece como un buey; crece en carne, pero no en sabiduría". Vamos, lo que podría ser una interpretación personal del dicho de "salga el sol por Antequera y póngase por donde quiera", que Schopenhauer interpreta abiertamente del modo en el que nos sea más conveniente para nuestra vida, lo que, más o menos, los Vedas dicen con la iluminación en sus distintas interpretaciones.
¡Gracias por el post y buen día!
-ARTÍCULO ANEXO SOBRE UNA BUENA COMPRA.
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/01/20/actualidad/1484934237_304676.html
-COMENTARIOS ANEXOS.
->Gilles Lipovetsky, en La Era del vacío, explicaba que «cada generación le gusta reconocerse en una gran figura mitológica o legendaria que reinterpreta en función de los problemas del momento. A estas alturas Narciso es, a ojos de un número importante de investigadores, el símbolo de nuestro tiempo.
Puede que el narcisismo y la pérdida de la alteridad sea el único fenómeno que describa el hombre contemporáneo occidental. Creo, sin embargo, que existen otros fenómenos que se están gestando en los tiempos en que vivimos y, por el hecho de existir, provocan esta desmesurada necesidad de olvido del otro y evasión de la realidad para soportar la existencia humana olvidándose del otro.
El mito de Sísifo nos hace plantear y reflexionar sobre el sentido de la vida y, este hecho, resulta relevante e interesante, sobre todo, hasta la llegada de la época moderna. Antes, el hombre era capaz de entender y consolarse ante los trastornos de la vida sabiendo que existía un orden cósmico donde tenía un papel reservado que Dios había diseñado y que no era posible cambiar. El hombre era como un actor que desarrollaba su papel bajo un guión que daba sentido a su vida y, a la vez, delimitaba su poder.
Con el advenimiento de la modernidad el hombre firmó un pacto, un contrato social. Renunciar a darle sentido a su vida a cambio de alcanzar cuotas de poder cada vez mayor. El avance tecnológico y científico ha provocado que la adquisición de este poder nos lleve, cada vez más, cerca de una pretendida omnipotencia, pero bajo nuestro abre el abismo más absoluto.
De esta manera el hombre moderno sufre una angustia existencial enorme fruto de la falta de sentido que encuentra en su vida y, a la vez, disfruta de unas cuotas de bienestar, hasta ahora inimaginables, haciendo que experimente una euforia creciente hacia el poder que el progreso tan acelerado que vivimos le ofrece. Hasta el punto que tiene que tocar con los dedos la realidad de convertirse en Dios, tal como desde hace un tiempo nos está proponiendo el transhumanismo.
El hecho que nos encaminemos a una sociedad en que el 1% de la población tenga el 99% de la riqueza lleva a que muchos dejen de tener como referente y conexión la cultura de la que pudieran ser originarios. Han quedado excluidos. Ya parten de una primera negación de su yo. No son ciudadanos de primera ni pueden llegar a serlo.
Cuando intentan ser adoptados por la cultura moderna lo hacen para llegar a tener un sentido a su vida, que hasta entonces no han encontrado. Pero ésta no es capaz de ofrecerles ni darles una identidad en la que se puedan cobijar. Les niega y les cierra la posibilidad de elaborar un sentido vital. ¿Tienen otra alternativa?
La respuesta es negativa ya que lo único que tenían, a lo que se aferraba su vida, lo que se les había prometido es ya una mera ilusión. Un engaño. Han salido de un sistema para no volver a entrar en él porque son prescindibles.
No es que, como muchos inmigrantes, tengan un pie en cada cultura y, en el fondo, no se sienten considerados ni integrados plenamente en ninguna de ellas. Lo que les pasa es que no tienen ningún pie que pise tierra firme ni nada sólido donde caer en el salto mortal en que se acaba convirtiendo sus vidas.
Eso sí. Les han quedado dos ventanas abiertas ante este doble cierre de puertas. La primera es que conocen a la perfección la cultura de origen que les ha expulsado. La segunda es que recogen la capacidad de tener poder y ser conscientes de cómo éste puede suplir sus angustias existenciales. Por tanto, más que Narciso, la figura legendaria en la que se reflejan es Aquiles. Es entonces cuando ciertas ideas pueden ofrecerles las dos cosas que desean a la vez.
Por un lado, la idea de ser acogidos por alguien que no les vuelva a abandonar, junto con la capacidad de recuperar el poder perdido. Se puede crear un pack completo: dotar de sentido a la vida a través de una idea y procurar los medios para obtenerla y disfrutarla. Es una oferta muy seductora para alguien que no es nada y no tiene nada.
Estamos negado personas y estamos creado mitos. Guerreros que no les importa morir en busca de la inmortalidad a través del recuerdo eterno. Su motor no es otro que la venganza y nosotros somos los destinatarios de la misma. como Aquiles con Patroclio en Troya. ¿Estamos a tiempo de evitarlo?
->YO: ¿Si "se puede crear un pack completo" sería igual a "el corral de la Pacheca"? ¿es igual "dotar de sentido a la vida a través de una idea" a "ser el corral de la Pacheca"? ¿es igual " y procurar los medios para obtenerla y disfrutarla" a "parecer el corral de la Pacheca"? Por lo tanto, ¿si "es una oferta muy seductora para alguien que no es nada y no tiene nada" es igual a "ser como el corral de la Pacheca"? Todo esto en dichos.
¡Gracias por el aporte y buen día!
->Pues ahora de compras ya no nos podemos ir, el neoliberalismo se ha encargado de eso... Queda la telebasura.
->YO: Desde luego. Cuando tienes razón te la tengo que dar. Siempre tan certera.
¡Gracias por el aporte y buen día!
->Si una persona para vaciar su cabeza se va cada vez de compras, muy probablemente tenga pronto un problema de deuda con su liquidez, tarjetas de débito o crédito, ya que cada día todos necesitamos momentos superficiales y frívolos de distracción. Esos momentos no sólo consisten en irse de compras. De hecho yo detesto ir de compras y la cabeza me la pone peor. Ver una película intrascendente, un canal de tv banal, tal vez un concurso de preguntas fáciles, leer una revista amarillista, salir a correr o pasear, llamar por teléfono para contarse chorradas insustanciales o whatsappear a los amigos vídeos cómicos e intrascendentes suele vaciar mejor la cabeza que irse de compras que supone un dolor para el bolsillo. Hay tb quien decide ir a la peluquería o a un Spa.
->YO: No sé si te gustará, pero ya que has dicho todo esto de "contarse chorradas insustanciales o whatsappear a los amigos vídeos cómicos e intrascendentes", hace unos días me llegó este vídeo del otro lado del Atlántico: https://www.youtube.com/watch?v=bS5uWmDF6ag
Espero que te guste, va más en la linea de tu mensaje.
¡Gracias por el aporte y buen día!
->Animo señor X X X? Lo que tiene que hacer es ponerse a estudiar y dejarse de joder
->YO: X X X haga el favor de dejar de molestar en conversaciones que no son suyas, cíñase al tema y si quiere participar, participe.
Pero ya que está aquí y parece que tiene curriculum, haga el favor de pensar cuál es la "vía negativa" de este lugar (http://pyrriche.blogspot.com.es/.../en-que-consiste-una...). Y si no le parece bien lo que comento y cómo lo comento, unido al transfondo, siempre es bienvenido para aportar su potencial y conocimiento al común, si es que pasa de la mera opinión sesgada del tema.
Como podrá comprender, el ánimo es inversamente proporcional a la materia de estudio aquí, pero no delante de los libros, que sería directamente proporcional. Le animo a balancear las cuentas en la realidad y a evaluarlas aquí.
Lo siento, pero esta es mi forma de pensar.
-COMENTARIOS ANEXOS.
->Gilles Lipovetsky, en La Era del vacío, explicaba que «cada generación le gusta reconocerse en una gran figura mitológica o legendaria que reinterpreta en función de los problemas del momento. A estas alturas Narciso es, a ojos de un número importante de investigadores, el símbolo de nuestro tiempo.
Puede que el narcisismo y la pérdida de la alteridad sea el único fenómeno que describa el hombre contemporáneo occidental. Creo, sin embargo, que existen otros fenómenos que se están gestando en los tiempos en que vivimos y, por el hecho de existir, provocan esta desmesurada necesidad de olvido del otro y evasión de la realidad para soportar la existencia humana olvidándose del otro.
El mito de Sísifo nos hace plantear y reflexionar sobre el sentido de la vida y, este hecho, resulta relevante e interesante, sobre todo, hasta la llegada de la época moderna. Antes, el hombre era capaz de entender y consolarse ante los trastornos de la vida sabiendo que existía un orden cósmico donde tenía un papel reservado que Dios había diseñado y que no era posible cambiar. El hombre era como un actor que desarrollaba su papel bajo un guión que daba sentido a su vida y, a la vez, delimitaba su poder.
Con el advenimiento de la modernidad el hombre firmó un pacto, un contrato social. Renunciar a darle sentido a su vida a cambio de alcanzar cuotas de poder cada vez mayor. El avance tecnológico y científico ha provocado que la adquisición de este poder nos lleve, cada vez más, cerca de una pretendida omnipotencia, pero bajo nuestro abre el abismo más absoluto.
De esta manera el hombre moderno sufre una angustia existencial enorme fruto de la falta de sentido que encuentra en su vida y, a la vez, disfruta de unas cuotas de bienestar, hasta ahora inimaginables, haciendo que experimente una euforia creciente hacia el poder que el progreso tan acelerado que vivimos le ofrece. Hasta el punto que tiene que tocar con los dedos la realidad de convertirse en Dios, tal como desde hace un tiempo nos está proponiendo el transhumanismo.
El hecho que nos encaminemos a una sociedad en que el 1% de la población tenga el 99% de la riqueza lleva a que muchos dejen de tener como referente y conexión la cultura de la que pudieran ser originarios. Han quedado excluidos. Ya parten de una primera negación de su yo. No son ciudadanos de primera ni pueden llegar a serlo.
Cuando intentan ser adoptados por la cultura moderna lo hacen para llegar a tener un sentido a su vida, que hasta entonces no han encontrado. Pero ésta no es capaz de ofrecerles ni darles una identidad en la que se puedan cobijar. Les niega y les cierra la posibilidad de elaborar un sentido vital. ¿Tienen otra alternativa?
La respuesta es negativa ya que lo único que tenían, a lo que se aferraba su vida, lo que se les había prometido es ya una mera ilusión. Un engaño. Han salido de un sistema para no volver a entrar en él porque son prescindibles.
No es que, como muchos inmigrantes, tengan un pie en cada cultura y, en el fondo, no se sienten considerados ni integrados plenamente en ninguna de ellas. Lo que les pasa es que no tienen ningún pie que pise tierra firme ni nada sólido donde caer en el salto mortal en que se acaba convirtiendo sus vidas.
Eso sí. Les han quedado dos ventanas abiertas ante este doble cierre de puertas. La primera es que conocen a la perfección la cultura de origen que les ha expulsado. La segunda es que recogen la capacidad de tener poder y ser conscientes de cómo éste puede suplir sus angustias existenciales. Por tanto, más que Narciso, la figura legendaria en la que se reflejan es Aquiles. Es entonces cuando ciertas ideas pueden ofrecerles las dos cosas que desean a la vez.
Por un lado, la idea de ser acogidos por alguien que no les vuelva a abandonar, junto con la capacidad de recuperar el poder perdido. Se puede crear un pack completo: dotar de sentido a la vida a través de una idea y procurar los medios para obtenerla y disfrutarla. Es una oferta muy seductora para alguien que no es nada y no tiene nada.
Estamos negado personas y estamos creado mitos. Guerreros que no les importa morir en busca de la inmortalidad a través del recuerdo eterno. Su motor no es otro que la venganza y nosotros somos los destinatarios de la misma. como Aquiles con Patroclio en Troya. ¿Estamos a tiempo de evitarlo?
->YO: ¿Si "se puede crear un pack completo" sería igual a "el corral de la Pacheca"? ¿es igual "dotar de sentido a la vida a través de una idea" a "ser el corral de la Pacheca"? ¿es igual " y procurar los medios para obtenerla y disfrutarla" a "parecer el corral de la Pacheca"? Por lo tanto, ¿si "es una oferta muy seductora para alguien que no es nada y no tiene nada" es igual a "ser como el corral de la Pacheca"? Todo esto en dichos.
¡Gracias por el aporte y buen día!
->Pues ahora de compras ya no nos podemos ir, el neoliberalismo se ha encargado de eso... Queda la telebasura.
->YO: Desde luego. Cuando tienes razón te la tengo que dar. Siempre tan certera.
¡Gracias por el aporte y buen día!
->Si una persona para vaciar su cabeza se va cada vez de compras, muy probablemente tenga pronto un problema de deuda con su liquidez, tarjetas de débito o crédito, ya que cada día todos necesitamos momentos superficiales y frívolos de distracción. Esos momentos no sólo consisten en irse de compras. De hecho yo detesto ir de compras y la cabeza me la pone peor. Ver una película intrascendente, un canal de tv banal, tal vez un concurso de preguntas fáciles, leer una revista amarillista, salir a correr o pasear, llamar por teléfono para contarse chorradas insustanciales o whatsappear a los amigos vídeos cómicos e intrascendentes suele vaciar mejor la cabeza que irse de compras que supone un dolor para el bolsillo. Hay tb quien decide ir a la peluquería o a un Spa.
->YO: No sé si te gustará, pero ya que has dicho todo esto de "contarse chorradas insustanciales o whatsappear a los amigos vídeos cómicos e intrascendentes", hace unos días me llegó este vídeo del otro lado del Atlántico: https://www.youtube.com/watch?v=bS5uWmDF6ag
Espero que te guste, va más en la linea de tu mensaje.
¡Gracias por el aporte y buen día!
->Animo señor X X X? Lo que tiene que hacer es ponerse a estudiar y dejarse de joder
->YO: X X X haga el favor de dejar de molestar en conversaciones que no son suyas, cíñase al tema y si quiere participar, participe.
Pero ya que está aquí y parece que tiene curriculum, haga el favor de pensar cuál es la "vía negativa" de este lugar (http://pyrriche.blogspot.com.es/.../en-que-consiste-una...). Y si no le parece bien lo que comento y cómo lo comento, unido al transfondo, siempre es bienvenido para aportar su potencial y conocimiento al común, si es que pasa de la mera opinión sesgada del tema.
Como podrá comprender, el ánimo es inversamente proporcional a la materia de estudio aquí, pero no delante de los libros, que sería directamente proporcional. Le animo a balancear las cuentas en la realidad y a evaluarlas aquí.
Lo siento, pero esta es mi forma de pensar.
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