-Post de FH.
-Mi comentario.
Hay un tratado de psicología sufí llamado "Las enfermedades del alma y sus remedios", de Shaykh Al-Sulamî (10) que está en contra de lo dicho por Eurípides, además de dar una solución. Dice así:
"Una de las enfermedades del alma es olvidar que no puede vivir mientras no la hayas matado; dicho de otro modo, el murîd no vive para el Más Allá (al-âkhira) mientras no muera al mundo (al-dunyâ). No vives en Dios hasta haber muerto a todo lo que no es Dios. Como dijo Yahyâ bin Mu'ad al-Râzî: "Dios preserva de las malas inclinaciones del alma a aquel que se acerca a Él eclipsándose". Eso significa que el murîd tiene que prohibir a su alma que siga sus inclinaciones (shahawât) y tiene que arrastrarla a la verdad, que ella detesta y rechaza.
Los remedios correspondientes son la vigilia, el hambre, la sed y el esfuerzo con vistas a oponerse a las inclinaciones del alma; y también es prohibir al alma que satisfaga sus deseos. Yahyâ bin Mu'âd dijo: "El hambre es un alimento con el que Dios fortifica a los verídicos (al-siddîqîn)"."
Cuando dije, por aquí, en su momento, que la pared entre la locura para nosotros y la genialidad es muy pequeña, lo decía en serio, ya que lo expuesto desde el punto de vista de el mundo o mente y lo expuesto desde el punto de vista de el alma puede ser diametralmente opuesto. Como es el caso de la recomendación de Eurípides de apegarnos al mundo y la visión árabe de acercarnos al alma, y ambas se pueden ver y constatar.
¡Gracias por el post y buen día!
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