Muchas veces nos preguntamos sobre la naturaleza de nuestras uniones con gente de distinto sexo, hay varias formas según los tiempos de procurarte una unión afectiva, pero es hoy día cuando más está difícil ese tema. Yo mismo, me he encontrado con muchas mujeres, que después de intercambiar 2 palabras conmigo me han dado la espalda como si fuese un archivo de ordenador molesto, al que pudieras darle a las teclas Ctrl. X y pudiera desaparecer de la vista.
En la Roma antigua, había maneras y maneras de soslayar este artificio legal que tenemos hoy día. Constancia y supervivencia era lo que tenias que tener. Existía en la vieja Ley de las XII Tablas una institución que se llamaba coemptio en ella le dabas una moneda de plata y otra de bronce al padre y sellabas el matrimonio, el resto lo ponías tu con tu vida ya que los bienes se dirigían entre hombres por la jobius jubea.
Hay miles de casos más que te permitirían otro tipo de vida, como el matrimonio sine manu, que no era un matrimonio. De común acuerdo con el padre o marido te podías estar con su hija y aun solo fuera con esta sino te descubrían (año de estancia y 3 días fuera del lecho).
Hoy día tenemos multitud de tapujos, pero ya no por sobrevivir. Nos hemos olvidado de nuestra base instintiva y creemos que no nos necesitamos los unos a los otros. Tanto un hombre como una mujer se necesitan para pervivir ya que sin este no sería mujer, ni sin esta, este no sería hombre.
No hay porque preocuparse más que de la eutanasia según mi visión, el aborto es censurable y todo aquello que no sea por necesidad biológica.
Cuando veo que me preguntan si la he cagado por decirle que me gusta o no me gusta, realmente me río, nunca ha habido una generación que tuviera más tapujos y más prejuicios que la actual.
En la Roma antigua, había maneras y maneras de soslayar este artificio legal que tenemos hoy día. Constancia y supervivencia era lo que tenias que tener. Existía en la vieja Ley de las XII Tablas una institución que se llamaba coemptio en ella le dabas una moneda de plata y otra de bronce al padre y sellabas el matrimonio, el resto lo ponías tu con tu vida ya que los bienes se dirigían entre hombres por la jobius jubea.
Hay miles de casos más que te permitirían otro tipo de vida, como el matrimonio sine manu, que no era un matrimonio. De común acuerdo con el padre o marido te podías estar con su hija y aun solo fuera con esta sino te descubrían (año de estancia y 3 días fuera del lecho).
Hoy día tenemos multitud de tapujos, pero ya no por sobrevivir. Nos hemos olvidado de nuestra base instintiva y creemos que no nos necesitamos los unos a los otros. Tanto un hombre como una mujer se necesitan para pervivir ya que sin este no sería mujer, ni sin esta, este no sería hombre.
No hay porque preocuparse más que de la eutanasia según mi visión, el aborto es censurable y todo aquello que no sea por necesidad biológica.
Cuando veo que me preguntan si la he cagado por decirle que me gusta o no me gusta, realmente me río, nunca ha habido una generación que tuviera más tapujos y más prejuicios que la actual.
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