Nasamonites

Alguien, a estas alturas, se puede pensar, que todo lo que tenga que ver con la palabra menso, es ajeno al dinero. Nada más lejos de la realidad.

En la antigüedad el menso era el mensario o aquel que se encargaba de las finanzas al estilo de los bancos.

Antiguamente, como ahora, se reconocía, a alguien por el "morro" que tenia. Pero, ¿de donde viene esto? Viene, de una actitud de superioridad, ya que cuando los medios técnicos no eran como los actuales, se reconocía a la gente, por la forma en la que bebía y no solo por lo que bebía.


Eran normalmente suyos los "murrinos" (de donde viene también la palabra gorrino), piezas de flúor, delicadísimas, frotadas con resina de mirra (de ahí viene la mirra de Baltasar), que eran utilizadas más que por los labios selectos, mientras otros bebían de las charcas, alcántaras o piezas más toscas de alfarería menor.

Bebieran lo que bebieran, lo que realmente distinguía a alguien rico, de quien no, era su conocimiento de lo cotidiano y de su importancia al "uso y disfrute".




Y de ahí viene, esta piedra, roja con betas negras, de quien se lo curra. De ahí viene, también, el dicho de: "me ha costado sangre, sudor y lagrimas".

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