Comminuo officium

Esta entrada, va dirigida a los que no tienen otra cosa mejor que hacer que perseguir el amor eterno entre quien entre: "Veamos, déjame pensar -dijo Azazel-. Los seres humanos segregan hormonas. Claro que, con vuestra moderna afición a bañaros a cada oportunidad y a empaparos en perfume artificial, apenas si os dais cuenta de la forma natural de inspirar sentimiento. Tal vez pueda reorganizar la composición bioquímica de tu amigo, de modo que produzca cantidades extraordinarias de una feromona enormemente eficaz cuando hiera su retina la vista de una de las desgarbadas hembras de tu repelente especie" (Isaac Asimov-Azazel: Al vencedor). En este extracto corto, es notable y significativa la gran competencia que existe entre mujeres y hombres, por sus pares (y quien sabe si otra cosa).

No podría haber mejor momento que este, para dar a conocer mi propia experiencia. Sucede que vengo de un inciso social, en el que los patrones de elección tradicionales, por los que se han regido mis ascendientes, han mutado. La consecuencia de esa mutación, a sido todo un relevo de posturas a cerca del sexo, cuanto menos dispares:
            1º)  El acceso de la mujer a la educación a contribuido a que se diluya el papel de "porno-chacha" que tenían muchas de ellas. Lo que a traido una corrección de los papeles de predominancia en los hombres.
            2º)  El progresivo desplazamiento de intelectuales hacia posiciones más extremistas.
            3º)  La disolución de todo tipo de violencia social contra la mujer y la progresiva disolución de las posturas masculinas por las leyes de genero.

Se está pasando del, "si no mojas esta noche o ennovias en la parroquia, eres mariquita" a "el amor viene por si solo".

Bendita utopía de Asimov, si pudiéramos pensar que el último paso, como al igual que el relato corto, fuera una competición entre mujeres por ver quien se queda contigo. Nada más lejos de la realidad, es economía aplicada al sexo, "tanto tienes, tanto vales" pero ahora es "tanto eres, tanto vales" y claro, como los precios están altos, se estanca la natalidad.

¡¡Bienvenidos a una nueva era!!

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