Si cuanto más recordamos, menos nos interesa, lo que a diferencia de antes interesa ahora, es el tema de la inmigración. Nunca podemos dejar de vernos como un pueblo inmigrante, es una realidad palpable, esas ansias de vivir y ese instinto de supervivencia, que te hace salir de tu país para adherirte al lomo de otra nación, que necesitándolo o no, te acoge para dejarte en un estado mejor del que tenias en aquel tiempo.
Las emigraciones desde tu tierra natal son arduas. Hoy contamos con el factor, de que somos más individuos que hace veinte o treinta años. Nuestra inteligencia se tiene que agudizar y el ingenio también.
Por eso, todo lo que tenga que ver con alguno de estos temas siempre es peliagudo, ya que roza uno de los pilares básicos de nuestra convivencia, que es: "Que cada uno de nosotros trate de dejar contento a su prójimo ayudándolo a crecer en el bien" (Romanos 15,2) ya que, "los insultos de los que te insultaban cayeron todos sobre mi" (Salmos 69,9). Y quien crea que no es así, que salga a cualquier calle principal de su ciudad y compruebe cuantos piden por las calles, hoy día, que son extranjeros o mendigos y ¿cuanto falta, para que lo que hoy consideran, muchos, como una ficción americana se convierta en una realidad? Dentro de la próxima década, no nos lo preguntaremos.
La vida es como una barca, depende de la habilidad de los que la manejan, para que no se vaya a pique.
PD: Con todos mis respetos y en memoria de lo sucedido el 11 de Septiembre del 2001.
Las emigraciones desde tu tierra natal son arduas. Hoy contamos con el factor, de que somos más individuos que hace veinte o treinta años. Nuestra inteligencia se tiene que agudizar y el ingenio también.
Por eso, todo lo que tenga que ver con alguno de estos temas siempre es peliagudo, ya que roza uno de los pilares básicos de nuestra convivencia, que es: "Que cada uno de nosotros trate de dejar contento a su prójimo ayudándolo a crecer en el bien" (Romanos 15,2) ya que, "los insultos de los que te insultaban cayeron todos sobre mi" (Salmos 69,9). Y quien crea que no es así, que salga a cualquier calle principal de su ciudad y compruebe cuantos piden por las calles, hoy día, que son extranjeros o mendigos y ¿cuanto falta, para que lo que hoy consideran, muchos, como una ficción americana se convierta en una realidad? Dentro de la próxima década, no nos lo preguntaremos.
La vida es como una barca, depende de la habilidad de los que la manejan, para que no se vaya a pique.
PD: Con todos mis respetos y en memoria de lo sucedido el 11 de Septiembre del 2001.
Comentarios
Publicar un comentario