Campsare

Hoy, doy por finalizada esta etapa de mi blog, que me propuse hacer allá por finales de agosto de este año.

Mi intención es volverlo a retomar allá por diciembre, cuando tenga unos días libres. No es por nada, pero tengo otras obligaciones y hobbys que me gustaría retomar.

Me gustaría dejaros, si cabe, dos enseñanzas para que no os vayáis con las manos vacías. Quien las entienda, será dueño de si mismo.

"¡Ay, ay! Ciudad inmensa, que vestías de hilo, de púrpura y de escarlata, que te adornabas con oro, piedras preciosas y perlas, en una hora se acabó tanta riqueza" (Apocalipsis 18, 16-17).

Si no os parece suficientemente apocalíptico, espero que os sirva este otro, puesto a continuación.

"Si el pueblo ya no teme tu poder es que se aproxima un gran poder.
No encierres al pueblo en moradas estrechas. No le presiones para no acabar con sus medios de vida.
Si no presionas al pueblo, el pueblo no se cansará de ti.
El santo se conoce y no se exhibe. Se ama y no se pondera. Por esto, rechaza esto y adopta aquello" (Tao-Te Ching LXXII).

Comentarios