Favoris

Hoy me gustaría comentar con vosotros una antigua y controvertida enseñanza, a cerca del amor a uno mismo, sobretodo al cuerpo, como medio de superación.

"Favor y desgracia sorprenden por igual. Ama una desgracia como a tu propio cuerpo.
¿Qué se entiende por "Favor y desgracia sorprenden por igual"? El favor eleva y la desgracia rebaja. Si se obtiene el favor, se sorprende uno. Si se pierde, también se sorprende uno. Tal es el sentido de "Favor y desgracia sorprenden por igual".
¿Qué se entiende por "Ama una gran desgracia como a tu propio cuerpo"? Lo que hace que yo experimente una gran desgracia es que tengo un cuerpo. Si no tuviera cuerpo, ¿qué desgracia podría experimentar? Todo el que ama su cuerpo para el mundo puede vivir en el mundo. Todo el que ama su cuerpo para el mundo puede confiar en el mundo" (Tao-Te Ching XIII).

Tradicionalmente hay 3 maneras de interpretarse:
      1ª)  Por esto, al que gobierna el imperio como aprecia su propio cuerpo, a él se puede confiar el imperio; y al que gobierna el imperio como ama a su propio cuerpo, a él se puede dar la carga del imperio.
      2ª)  Por esto, al que ama más su propio cuerpo que al mundo entero, a él se puede confiar el gobierno del mundo.
      3ª)  La versión de las dos últimas frases que he puesto.

Sinceramente, quien ama más su propio cuerpo que al mundo, puede ser merecedor, pero andaría bastante ciego y podría ser un caso extremadamente improbable. El que equipara su cuerpo al cargo de un imperio podría ser considerado como demasiado estático. La última pecaría como de demasiado facilona aplicada al día a día.

La dignidad, como dignidad y venustas solo pueden ser conocidas a través de la elegancia y con suma dificultad.

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