Harpaginatulus

Hoy he decidido volver a tomar la delantera en mi vida y con firme propósito, decido dar por concluida, prematuramente, este momento de retiro tras leer estas palabras... "Soy yo, Gabriel. Gabriel McKenzie. Volví -aunque no he vuelto de verdad, no me voy a quedar. Ya se, prometí hace un año y medio que te escribiría desde...- claro, ¿no te dije a qué país me iba, no? Solamente que partía para América Latina y luego esas palabras de despedida el 8 de julio de 1991, para ser preciso, esa promesa de enviarte un mensaje electrónico, que al otro día me encontrarías en tu pantalla, esa promesa de volver y hacer el amor contigo, completar lo que habíamos empezado, empezado mal, por cierto, cuando teníamos, tu y yo, quince años.
Como si alguien en este mundo alguna vez cumpliera lo que promete". (Ariel Dorfman; La nana y el iceberg).

¿Qué sería la nana para mi y que sería el iceberg?

->Nana: para mi sería, el agotar tema hasta el final. Hasta quedarme si ganas de seguir escribiendo.

->Iceberg: ese objeto de pasión que derretir con insistencia.

Como bien indica el texto, he vuelto, no es bueno perder la eficacia si de verdad te apasiona lo que haces...

"Buena es la sal; más si también la sal se desvirtúa, ¿con qué se la sazonará? No es útil ni para la tierra ni para el estercolero; la tiran fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga" (Lucas 14, 34-35).

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