Aeternitas

Estaremos de acuerdo todos, en que la idea de eternidad es turbadora de por si. Y mucho más turbadora nos resulta poner la eternidad en cualquier otra persona y más si esta persona es el amor de tu vida. He encontrado dentro del sentimiento de eternidad dos características:
        ->El miedo.
        ->La inmortalidad.

Los que sienten miedo por la eternidad, son aquellos que se plantean, dentro de sus posibilidades ¡No estoy preparado! ¡no soy digno de ella! o ¡será algo que no podré renunciar!

Esa son la clase de personas que huyen toda su vida de si mismos, muchos de ellos hasta cambiándose de aspecto físico con frecuencia. Porque les aterra estar siempre igual.

Pero ese miedo lo tienen también las cosas inanimadas, osea, ¿qué miedo puedes tener tu si vas a cambiar te guste o no? Por eso, más que miedo, has de tener respeto por los cambios.

La eternidad también se manifiesta en la inmortalidad, "¿Que hará el sabio cuando el ignorante se alegra con las dádivas? El mismo marido enmudecerá desde el momento que las reciba; pero basta que compres el silencio una vez al año, pues el guardián se dispone a alargar a todas horas la mano que alargó la primera vez" (Ovidio; El arte de amar -Libro III-). Con este texto, que he puesto a continuación, quiero decir que el que da una vez da mil veces. Desde el mismo momento en el que te ofrezcas a la muerte te dejaras de ofrecer a la vida. Con lo cual, tu principal cometido es permanecer integro y procurar que los demás a tu alrededor sean íntegros, pero más que como una mera anécdota moral, como una prueba de supervivencia, ya que en el momento en que te falle eso, te fallará el amor y te fallará todo lo demás y estarás condenado.

Ya lo decía Confucio, "mi celo es tan fuerte como el de cualquiera, pero todavía no he logrado vivir noblemente" (Confucio; analecta 7.33).

Así que lo que os digo es lo siguiente, ¡¡vive!!... y ama a una buena persona.



Si habéis comprendido toda esta charla, comprenderéis porque se les da la dignidad de eternos a los mejores.

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