Suele ser que con el tiempo y el desgaste de temas, la opinión varía y lo que creías perfecto, lucido y transparente en su comprensión, a mutado y variado en su lógica interna. Tiene sentido lo que se dice, ya que si tu no cambias tampoco cambia tu opinión y eso es, una de las pautas más sagradas de la libertad de expresión, si en vida eres bello y magnífico, en la muerte serás horrendo y flatulento. Es parte del proceso de "disraratus" o sudoración de temas, que se produce a lo largo del tiempo, o lo que es lo mismo, "que te la sude un tema".
Analizando la sudoración de temas, me he encontrado 5 patrones bien diferenciados:
1º) Disrarato meloso: es cuando la gente exuda temas con precisión y cantidad geométrica y es fácil de seguir.
2º) Disrarato exiguo: cuando ese tema es soltado con cuentagotas.
3º) Disrarato mórbido: cuando el tema es tan enfermizo que genera oleadas de contestaciones.
4º) Disrarato miedoso: cuando el tema es soltado con tanta cautela que no te enteras de este.
5º) Disrarato finito: cuando tiene una finalidad clara, el tema en cuestión.
Si eres valiente de verdad atrévete a decir "qué te la suda".
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