Ascetic

Hoy he estado en la feria del libro y he visto un buen libro, del cual ya me he leído gran parte, del cual me gustaría poneros un extracto con un cuento indú:
"Un hombre iba en busca de un delicioso lago para sumergir su cansado cuerpo en sus apacibles aguas y saciar su sed en las mismas. Pero he aquí que en su camino se interpuso un muro, justo antes de que apareciera el lago. Entonces el hombre sin dejarse tomar por el desfallecimiento y aunque el muro era alto, comenzó a quitar, día tras día ladrillos del muro y a arrojarlos por encima del mismo. Los ladrillos, pues, caían en las aguas del lago. Entonces las aguas, desde detrás del muro, preguntaron:
-Desconocido, ¿qué placer puedes encontrar en estar arrojándonos ladrillos?
-¡Oh, amigas, aguas! Os diré que el placer es doble, aunque el esfuerzo sea poco. Es el placer por un lado, de escuchar el rumor maravilloso del agua cada vez que un ladrillo se precipita sobre vosotras, y, por otro, el saber que a cada momento me queda menos tiempo para poder bañarme en vuestro seno" (Cuentos espirituales de oriente).

El mayor estímulo para el verdadero buscador es tener consciencia de que se está aproximando, por lentamente que sea, hacia la libertad suprema. Esa firme motivación le permitirá redoblar sus esfuerzos y no desfallecer.

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