Cómo formar una buena mente

En los escasos ratos que tengo para escribir me surgió una pregunta poco menos que casual, ¿Cuál es el equilibrio entre conocimiento y naturaleza?

La verdad es que es una pregunta difícil de responder, ya que si tuviera una respuesta a esta, al 100%, no hubiera perdido tanto tiempo a lo largo de mi vida en cosas que después me arrepentí.

Para mi, el equilibrio entre naturaleza y conocimiento ha de ser exquisito, ya que una pasada de conocimiento te da un inoperante y demasiada naturaleza propia te da un salvaje de las formas.

Si tuviera el equilibrio perfecto entre cultura y naturaleza, sería un conocimiento poco especializado hasta los 20 años. Y después de esos 20 años, que cada uno según su naturaleza se apañara. Procuraría que su naturaleza hasta esos 20 años no se viera eclipsada por el conocimiento de materias áridas, para meter, por vocación, después, el conocimiento de estas. Ya que si se quiere formar personas críticas con lo que tienen a su alrededor, primero hay que atender a su formación, en valores intangibles de amplio espectro, para después dar una formación en ciencias crudas de todo lo que se da.

Desde mi humilde opinión, es la mejor manera de no cargarse la naturaleza de ninguno de los que trates de educar. Solo se debe de buscar la excelencia de aquellos que pidan más, independientemente de su poderío económico. Ya que, como en mi experiencia, se que hay gente que es buena en el tu a tu y hay gente que es malísima en este. También, hay individuos que son treméndamente operativos a la hora de seguir almacenado conocimientos a través de los años y hay gente que es una pifia en ellos.

Los principios básicos que deberían de sustentar un sistema educativo, serían:
        1º)  No intervención en temas educativos (por ninguna de las partes implicadas en el asunto). Eso conllevaría la protección del alumno en temas como su propio desarrollo psicológico y afectivo.
        2º)  Libre acceso a las diferentes materias de estudio, por parte de los alumnos.
        3º)  Mínimo de conocimientos al cabo de cada etapa de la educación.
        4º)  Prácticas, en la materia de la que se verse, al final de cada etapa.
        5º)  Cultura del trabajo (ya que es importante para desarrollar cualquier tipo de naturaleza).
        6º)  Desarrollo integral de las habilidades sociales de cada uno.
        7º)  Cultura y habilidades para emprender cualquier negocio.

Viendo ya, desde mi experiencia, como se ha de desarrollar todo tipo de sistemas educativos, pediría una no demasiada carga de trabajo, ya que mata las habilidades naturales de los alumnos menos dotados para la cultura.

"Para sobrevivir en una época como la nuestra, no es suficiente con tener la belleza del principe Zhao de Song. Se requiere tener la ágil lengua del funcionario Tuo" (Confucio; analecta 6.16).

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