Pocos paran su vista y se ponen a pensar en la energía que desprendemos al caminar con vigor y decisión. Desde muchos puntos de vista se dice que "somos lo que comemos", pero "también digo que somos lo que movemos".
Si tu movimiento es a la suma de tus actos lo que es a la suma de tus virtudes, basta que miremos la forma de andar de las personas que tenemos a nuestro alrededor, para que nos hagamos una idea de su forma de ser.
Sin ir más lejos, esta mañana he ido, una de tantas veces, en autobús al lugar al que estudio y fijándome, podemos encontrar gente con distintos equilibrios. Los hay muy altos y delgados, que se mueven como juncos en los frenazos y los hay como espolones, a los cuales parece que les cuesta caminar. Pues lo mismo es en la vida. Hay gente que es flexible en sus disquisiciones y hay otra gente que no lo es y que le duele ver la diferencia, como un espolón en los pies.
Después están los que les cuesta mantener la respiración en la marcha y que a los 5 minutos están jadeando. Y por el contrario, los que se tiran casi todo el día caminando a pleno rendimiento. Pues también tienen símil estos, las gentes anárquicas y tendentes al desorden, apenas caminan en su día a día y las que si caminan suelen ser más tendentes hacia el esfuerzo y la confraternización, tienen un pensamiento más claro.
Préstate caso y dime ahora, si el que más camina y mejor equilibrio tiene (que es el caballero) no "presta atención en nueve circunstancias:
1ª) Cuando mira, para ver con claridad.
2ª) Cuando escucha, para oír sin confusión.
3ª) En su expresión, para ser amistoso.
4ª) En su actitud, para ser respetuoso.
5ª) En sus palabras, para ser leal.
6ª) En sus obligaciones, para ser responsable.
7ª) Cuando duda, para cuestionar.
8ª) Cuando está enfadado, para reflexionar sobre las consecuencias.
9ª) Cuando obtiene un beneficio, para considerar si es justo".
(Confucio; analectas; 16.10).
Ahora dime ¿cuánto dinero gastarías en el próximo móvil que te compres o en transportes? Si no es así, hazte todos los trayectos andando.
Si tu movimiento es a la suma de tus actos lo que es a la suma de tus virtudes, basta que miremos la forma de andar de las personas que tenemos a nuestro alrededor, para que nos hagamos una idea de su forma de ser.
Sin ir más lejos, esta mañana he ido, una de tantas veces, en autobús al lugar al que estudio y fijándome, podemos encontrar gente con distintos equilibrios. Los hay muy altos y delgados, que se mueven como juncos en los frenazos y los hay como espolones, a los cuales parece que les cuesta caminar. Pues lo mismo es en la vida. Hay gente que es flexible en sus disquisiciones y hay otra gente que no lo es y que le duele ver la diferencia, como un espolón en los pies.
Después están los que les cuesta mantener la respiración en la marcha y que a los 5 minutos están jadeando. Y por el contrario, los que se tiran casi todo el día caminando a pleno rendimiento. Pues también tienen símil estos, las gentes anárquicas y tendentes al desorden, apenas caminan en su día a día y las que si caminan suelen ser más tendentes hacia el esfuerzo y la confraternización, tienen un pensamiento más claro.
Préstate caso y dime ahora, si el que más camina y mejor equilibrio tiene (que es el caballero) no "presta atención en nueve circunstancias:
1ª) Cuando mira, para ver con claridad.
2ª) Cuando escucha, para oír sin confusión.
3ª) En su expresión, para ser amistoso.
4ª) En su actitud, para ser respetuoso.
5ª) En sus palabras, para ser leal.
6ª) En sus obligaciones, para ser responsable.
7ª) Cuando duda, para cuestionar.
8ª) Cuando está enfadado, para reflexionar sobre las consecuencias.
9ª) Cuando obtiene un beneficio, para considerar si es justo".
(Confucio; analectas; 16.10).
Ahora dime ¿cuánto dinero gastarías en el próximo móvil que te compres o en transportes? Si no es así, hazte todos los trayectos andando.
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