No es que la ignorancia sea fuente de problemas para mi, simplemente es un estado intermedio entre la inocencia y la madurez.
¿Cuándo se supone que un tema es inocente o maduro? ¿Qué papel juega la ignorancia? ¿Cómo puedes notar que eres inocente o maduro?
Un tema es inocente cuando ves, además del halo de ternura de los inocentes, una capa de ignorancia de mayor o menor profundidad. La madurez sería esa capa invertida, cuando esa ignorancia a penetrado en ti o está pendiente de ello.
Por eso, ser claro y diáfano con los demás, contribuye a que te puedan calificar de inocente, cuando lo que estás mostrando es una capa de ternura, que llevas dentro. Que te puede hacer atractivo, si muestras tu lado mas ignorante como carta de presentación.
Es curioso que muchas veces la gente gire la cabeza, al pensar que pueda tener un lado tierno. Pero es ese lado tierno el que la mayoría de los escritores tratan de mostrar con su oficio, ya que ninguna persona en su sano juicio da a entender con palabras la táctica de vida que sigue.
Yo siempre he sido del refrán, "salud y alegría, belleza cría; atavío y afeite, cuesta dinero y miente".
¿Cuándo se supone que un tema es inocente o maduro? ¿Qué papel juega la ignorancia? ¿Cómo puedes notar que eres inocente o maduro?
Un tema es inocente cuando ves, además del halo de ternura de los inocentes, una capa de ignorancia de mayor o menor profundidad. La madurez sería esa capa invertida, cuando esa ignorancia a penetrado en ti o está pendiente de ello.
Por eso, ser claro y diáfano con los demás, contribuye a que te puedan calificar de inocente, cuando lo que estás mostrando es una capa de ternura, que llevas dentro. Que te puede hacer atractivo, si muestras tu lado mas ignorante como carta de presentación.
Es curioso que muchas veces la gente gire la cabeza, al pensar que pueda tener un lado tierno. Pero es ese lado tierno el que la mayoría de los escritores tratan de mostrar con su oficio, ya que ninguna persona en su sano juicio da a entender con palabras la táctica de vida que sigue.
Yo siempre he sido del refrán, "salud y alegría, belleza cría; atavío y afeite, cuesta dinero y miente".
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