Retrospectiva en limpio

Hay veces que me llega a la cabeza, qué es lo que hacía en años pretéritos cuando estaba por la red. Habido de conocimiento, siempre decía que sí a las nuevas tecnologías y a los juegos que entrasen en mi Pentium 4. Recuerdo que mi sueño era ir a la Campus Party de Valencia y batirme en duelo con los mejores gamers de ahí. Viéndolo en retrospectiva, ¿qué queda de eso? Nada. Y es que como todo, va y viene.

No es realista tener las mismas ansias con 17 años que con los que tengo ahora, no lo es. Pero tampoco es realista, quedarse inerte no pensando o haciendo poco. "Llenamos la vida de muchas actividades inútiles, pero no nos aplicamos rigurosamente a la búsqueda interior y a la práctica para el mejoramiento interno. Disipamos nuestras mejores energías en toda suerte de insustanciales actividades, cuando bien podríamos acopiarla para ponerla al servicio del autoconocimiento y la realización" (Cuentos espirituales de Oriente; Demasiados senderos).

Sin embargo, esta aclaración, me parece más acertada: "La conversación superficial arruina la virtud. Las pequeñas impaciencias arruinan los grandes planes" (Confucio; analecta 15.27).

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