Sobre la salud

Hoy, revisando, me he encontrado con 3 textos aparentemente dispares, que hablan de un mismo tema... "la salud".

¿Cómo podríamos considerar que algo es ocioso o que algo es justo?

El primer texto responde a la pregunta así: "El hombre bueno, del buen tesoro saca cosas buenas y el hombre malo, del tesoro malo saca cosas malas. Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio. Porque por tus palabras serán declarado justo y por tus palabras serás condenado" (Mateo 12; 35-37).

Es una buena contestación, ya que si tus palabras son buenas repercutirán positívamente en tu salud y si tus palabras son malas repercutirán en negativo.

Pero ahondemos más en el pensamiento negativo.

El segundo texto reza así:

Silencio de metal triste y sonoro

Silencio de metal triste y sonoro,
espadas congregando con amores
en el final de huesos destructores
de la región volcánica del toro.

Una humedad de femenino oro
que olió puso en su sangre resplandores,
y refugió un bramido entre las flores
como un huracanado y vasto lloro.

De amorosas y cálidas cornadas
cubriendo está los trebolares tiernos
con el dolor de mil enamorados.

Bajo su piel las furias refugiadas
son el nacimiento de sus cuernos
pensamientos de muerte edificados.
(Miguel Hernández)

Con este poema, llegamos a la conclusión de que la salud es como la bravura del toro, aparentemente necia, pero cargada de significado si la tratamos adecuadamente y la encaminamos, ya que solo hay perdón para los mejores.

Esto reza bien con él tercer texto, que dice así: "exigid mucho de vosotros mismos, poco de los demás, y evitaréis la insatisfacción" (Confucio; analecta 15.15).

Se podría decir que los tres textos dicen "a la salud hay que exigirle para que fructifique" y no les falta razón, porque bueno es el dicho que dice: "Quien mucho se cura, pronto irá a la sepultura".

Esta enseñanza va dedicada a la gente que no mueve un dedo aunque se lo electrocuten.

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