Siempre se ha dicho que en este país, se tienen los horarios trastocados. Lo que nunca, de seguro, se habrá escuchado es este refrán... "quien tarde cena, pronto enferma" que hace referencia a lo poco recomendable que es acostarse con la barriga llena.
Pero más me gusta esta enseñanza para los que enferman de tanto estudiar:
"Abandonar el estudio es liberarse de las preocupaciones. Porque, ¿en qué difieren el sí y el no? ¿En qué difieren el bien y el mal? Hay que temer este estudio que los hombres temen, porque cualquier estudio es interminable.
Todo el mundo se calienta y se exalta como si festejara un gran sacrificio o subiera a las terrazas de la Primavera. Yo solo permanezco imperturbable como un recién nacido que todavía no ha reído. Yo solo yerro sin objetivo preciso como un desalojado.
Todo el mundo tiene su riqueza, yo solo parezco desprovisto. Mi espíritu es el de in ignorante porque es muy lento. Todo el mundo es clarividente, yo solo estoy en la oscuridad. Todo el mundo tiene perspicaz el espíritu, yo solo tengo el espíritu confuso flotando como el mar, soplando como el viento. Todo el mundo tiene un objetivo preciso, yo solo tengo el espíritu obtuso como un campesino. Yo solo difiero de los demás hombres porque quiero tomar el pecho de mi Madre" (Tao-Te Ching XX).
Pero no obstante ante la intranquilidad, lo mejor es una buena pausa en algo que te relaje...
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