El destierro de un año...

Existe una palabra en latín, que alude al paso de los sucesos y el tiempo, esta palabra se denomina "elutia". El paso del tiempo es inexorable para todos, inclusive los que no lo quieran notar, nos hace viejos, vuelve al listo, tonto y al tonto, listo.

Pero la clave está en los sucesos, nadie es igual, tras un suceso, otro y otro.

El hexagrama noveno del libro de las formas    ------- 
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Dice: "Difícil y con obstáculos. Las cosas no saldrán como se espera. No sea pesimista, indiferente ni desmedido. Sea paciente y siga esforzándose porque, cuando las nubes se dispersen, brillará el sol y su suerte cambiará".

Ese es el poder domesticador de lo pequeño o "xiao chu", que se parece al refrán español "el mundo tiene eso: poca carne y mucho hueso".

Por eso, si en algo la gente quiere saber de donde sacar fuerzas, que pruebe con (Eclesiastico 4; 20-22 y 30): "Ten en cuenta el momento y guárdate del mal. No te avergüences de ti mismo.
Porque hay una vergüenza que conduce al pecado y otra vergüenza hay que es gloria y gracia.
No tengas miramientos en contra de ti mismo. Y no mudes de color por tu caída.
No seas un león en tu casa y un cobarde entre tus servidores
".

Por eso, más que pedirle cosas a este año (moda de Navidades consumistas), deseo ser yo mismo y no avergonzarme, para mal nunca, de ello, ni en mi casa ni fuera de ella.

Porque las cosas materiales duran muy poco tiempo, pero entre mi gente se que duraré para siempre.

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