El cuerpo y la mente que piensan.

No es que os vaya a sorprender con algo innovador, a estas fechas. Pero si hay algo que me gustaría subrayar. Es un sueño que he tenido esta noche.

En el sueño, aparecían una serie de hombres mayores manifestándose para reclamar unas cantidades de dinero que se les adeudaban desde 1982 a raíz de un programa de televisión presentado por un ficticio Carlos Sobera. Todo subrealista.

Si atendemos al plazo de prescripción de las deudas derivadas de contratos personales, estas prescribirán, por lo general, a los 15 años (Artículo 1964 del Código Civil), si no se dice lo contrario.

Y ahora se me abren unas dudas, ¿Pelear por algo durante tanto tiempo es bueno o malo? ¿habrían dejado correr el tiempo sin que se les pagase? ¿qué quiere decir este sueño?

Me quedo con esta interpretación, la de la meditación "Vino de malta, gachas de arroz": Para hacer vino debes utilizar malta fermentada; sin fermentación la malta no produce vino. Para hacer gachas debes utilizar arroz; sin arroz no puedes hacer gachas. Esto se debe a que la malta fermentada tiene, para empezar, la energía del vino que puede producir vino, y que el arroz es la parte esencial del grano que puede producir gachas; cada cosa concuerda con aquello que tiene sus mismas características.
Al observar esto me doy cuenta de que este es el Tao de la concordancia del mismo tipo de esencia y de vida.
Aquí el término esencia significa natural, no temperamento. Es la esencia en la que se sublima y se disuelve el temperamento. La vida significa la vida natural, no un periodo largo o breve. Es la vida que no es diferente, ya sea el periodo largo o breve.
Aquellos que cultivan la realidad y deseen cultivar la esencia y de la vida; y una vez que la encuentren, deberán cultivarla; solo entonces podrán perfeccionar la esencia y la vida. En cambio, si cultivan la semilla equivocada, la esencia y la vida resultarán perjudicadas.
La semilla está en el exterior, pero no es una sustancia material. La semilla está en el interior, pero no es el ni el aire corporal. Nada de lo que tiene forma es de la misma especie que nuestra esencia y nuestra vida, por lo cual no se puede utilizar para alcanzar la esencia ni la vida.
Si deseas conocer la verdadera semilla de la esencia y de la vida, esta no es otra cosa que la energía original, innata, primordial, autentica y unificada. Esta energía es imperceptible e inaprensible, no se puede encontrar en el cuerpo, ni se puede encontrar fuera de él. No es algo separado al cuerpo, pero tampoco es algo apegado a él. Está entre el éxtasis y el trance, oculta en el reino del silencio vacío. Cuando se interioriza, es el auténtico vacío; cuando se exterioriza, es la existencia inefable. No se puede expresar con palabras, no se puede describir por medio de la escritura. Si nos viéramos forzados a elegir un dibujo, este sería simplemente un circulo. Cuando se le adjudica un nombre, los confucianistas la denominan lo absoluto, los budistas la conciencia total, los taoístas la píldora de oro.
El absoluto, la conciencia total, al píldora de oro, a pesar de ser tres nombres distintos, la realidad es una sola. Solo esta es la auténtica semilla de la esencia y de la vida. Investigar el principio significa investigar esta auténtica semilla. Alcanzar la naturaleza significa alcanzar esta auténtica semilla. Alcanzar el significado de la vida significa alcanzar esta auténtica semilla.
Si se conoce la auténtica semilla y se cultiva para devolverle su estado original, y se utiliza esto para cultivar la esencia, se podrá clarificar la esencia. Si se utiliza para cultivar la vida, se podrá establecer la vida. De ahí que el clásico de la Triple Unidad diga: "Trabajar con aquello que es del mismo tipo es fácil, trabajar con aquello que no es del mismo tipo es difícil". Es lo mismo que ocurre con la necesidad de tener malta fermentada para hacer vino, y arroz para hacer gachas (Liu I-Ming).

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