Me gustaría dejaros una colección de versos a cada cual más adecuado, para las ocasiones en las que os suceda algo parecido a un desengaño amoroso y no sepáis como tratarlo. Aquí van dos consejos muy buenos:
1º) Para que guardes tu reflexión. No hagas caso de la mujer perversa, pues miel destilan los labios de la extraña, su paladar es más suave que el aceite, pero al fin es amarga como el ajenjo, mordaz como la espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos se dirigen al sol (Proverbios 5; 2-5).
2º) Sea tu fuente bendita. Gózate de la mujer de tu mocedad, cierva amable, graciosa gacela; embriáguente en todo tiempo sus amores, su amor te apasione para siempre (Proverbios 5; 18-19).
Y para los que se les haya olvidado el signo de su forma de ver, frente a la gente que no les haya sonreído:
1º) No comas pan con hombre de malas intenciones, ni desees sus manjares. Porque, según lo que calcula en su interior te dice "¡Come y bebe!" pero su corazón no está contigo. Nada más comer lo vomitarías y tus palabras amables serían tu ruina (Proverbios 23; 6-8).
2º) A oidos del necio no hables, porque se burlará de la prudencia de tus dichos (Proverbios 23; 9).
Solo así se sale de una crisis emocional.
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