Comentario breve sobre la propia observación: homenaje a las victimas del 11 M

Veamos, con atención, cuantas veces nos hemos examinado en nuestros conocimientos, buscando obtener nota y cuantas veces te has examinado en busca de conocimiento y virtud.

No obstante, desde hace 2500 años se viene diciendo esto: "La sabiduría brota en aquel que se examina día a día, cuya vida es intachable, inteligente, arropado con el conocimiento y la virtud" (Buda; Dhammapada -Ira-).

Y es que como bien recordaremos, hace 10 años, tal día como hoy, me estaba examinando del bachiller cuando fueron los atentados del 11-M. La sociedad era bien distinta de la que es hoy, muchos de los que me rodean o me han rodeado, o no existían o no tenían conciencia de los acontecimientos acaecidos.

Es dulce haberse criado en una sociedad sin terrorismo, en una sociedad cada vez más libre a pesar de la crisis, que pese a la clase política y sus devenires se ha mantenido integra, que pese a los intentos nacionalistas se ha mantenido cohesionada, pero que a su vez, a de sopesar bien sopesado el futuro que nos aguarda.

Escuchando hoy a una abogada, me decía lo siguiente: "si es que por mucho que la gente quiera, ahora no hay trabajo y la jubilación va a ser cada vez a más viejos". Quiero que penséis los que me leéis, que el 11-M, no solo se ha llevado, al igual que la crisis, la vida de muchas personas, sino que se va a llevar las de más personas, porque lo que bien es cierto, es que todo es como una cadena, que basta que sufra un eslabón para que sufra toda entera. Os pido a los que me escucháis que el espíritu del 11-M no muera, porque todos dependemos de nuestro vecino, así que os pido visión, como me pido a mi, y no espejismos fatuos.

Tratar con un poco de humanidad a los que tienes a tu alrededor y ser menos tirano en tu día a día, debería de ser un buen punto de arranque, cumplir con tus tareas diarias y ser respetuoso con los que te rodean es una buena continuación y si quieres rematar la faena, haz algo por los que tienes a tu alrededor, te lo agradecerán y lo acabarás agradeciendo.

Si nadie de los que nos toco vivir el 11-M lo olvida, puede que nuestros hijos y nietos tarden en sufrir las consecuencias de la megalomanía...

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