Hoy es mi intención explayarme un poquito más y deciros muchas cosas que una casa necesitaría para funcionar bien.
"Casa, que no entre en ti la tristeza y que el tiempo no traicione a tu dueño.
Tu, casa, has tratado bien a todo huésped, cuando el lugar en que vivía éste se le quedó estrecho" (Las mil y una noches; Noche 290).
Como bien se decía, "es evidente, por otra parte, que la definición es la expresión de la sustancia, y que la sustancia no se encuentra sino en las sustancias, o cuando menos se encuentra en las sustancias sobre todo, ante todo, y absolutamente" (Aristóteles; Metafísica -Definición de las naturalezas que encierran una dualidad-). Y partiendo de esa base, se puede llegar a la conclusión de que el alma mater de una casa, es una madre (valga la redundancia).
Porque si bien es cierto que padre no hay más que uno, la que hace a una familia es la madre y se podría decir que todo gira en torno a ella. Por ello, aunque no sea el día de la madre, debes tenerla siempre en cuenta y contenta ya que si no la tienes, el alma de la casa se resiente.
Por eso os dejo un postre con el que podréis conquistar a cualquier hombre o mujer, si lo sabéis hacer.
"Los hombres, como piensan que son libres, sienten unos por otros un amor o un odio mayores de los que sienten por otras cosas, a lo que se añade la imitación de los afectos" (Spinoza; Ética -Proposición XLIX-).
Recordad, una casa acogedora para los invitados se gana con los detalles.
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