Seré breve ahora, ya que mi forma de ver a Adolfo Suárez proviene más de mi visión de los libros de historia contemporánea que de la experiencia personal que haya podido tener con él.
Me crié en una época en la que Adolfo Suárez ya era leyenda política y por eso es por lo que no he parado de escuchar cosas grandes sobre él, a decir verdad, si analizo su vida podré encontrarme a un hombre que siempre ha intentado bregar con todo lo que se podía bregar y la historia le ha tratado muy bien y no solo por ser quien fue (primer presidente de la democracia española que tenemos ahora), he de reconocer que tenía un algo para ser quien era, tenía un magnetismo personal que le hacía merecedor de todos los grandes trabajos y que le hacía también merecedor de todos los grandes elogios.
Para mi se ha ido el último político con sensibilidad y con afecto del y por el pueblo. Ningún otro, creo, que sea despedido con los honores que se le ha dispensado a lo largo de su carrera a este hombre. Pero como bien he dicho alguna vez por redes sociales, se avecinan nuevos tiempos y lo nuevo no tiene porque ser malo, a la larga, seguramente sea mejor.
Animo a cualquier Suárez, en potencia, a que de un paso al frente y sea la próxima generación de políticos creíbles... y a vosotros, seáis de donde seáis a votarlos y a no dar pábulo a los engreídos de turno.
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