Fuga de cerebros

Siempre fui de los que me pregunté por qué hay gente que se muda de casa, piso e incluso de ciudad, también, es que me tocó cambiarme con constancia de ellas.

No obstante estoy viendo una tendencia que no pensé que se llegara a generalizar nunca, que es la de la escasa estacionalidad de la gente en sus respectivas casas. Eso es algo que jamás pensé que sucedería, ya que ahora para encontrar trabajo o buenas posibilidades te tienes que ir de España.

Liu I-Ming ya lo dijo en su símil taoista de "abrir puertas y persianas" el verdadero potencial de una persona se desarrolla fuera de su entorno mezclándose con la gente y viajando.

Entonces, ¿qué hay de malo en vivir en el extranjero y viajar? "La incredulidad es, a veces, el vicio de un tonto, así como la credulidad es el defecto de un hombre de espíritu. El hombre de espíritu ve a lo lejos, en la inmensidad de lo posible, el tonto solo ve como posible aquello que ya es. Quizás es justamente esto lo que convierte a uno en pusilánime y al otro en temerario (Diderot; Pensamientos filosóficos XXXII).

Según lo que dice el extracto que he puesto, para ser un buen viajero debes de ser una persona de espíritu, para que puedas resistir todo lo que te echen encima.

A lo cual viene mi hipótesis: Si eres una persona de espíritu emprendedor, ¿qué te importa viajar y conocer mundo? Si eres un incrédulo ¿tenías pensamiento de salir?

Por lo tanto, ¿qué problema hay con la fuga de cerebros, si eso es algo que se iba a producir de todos modos?

Mi propuesta: Invertir más en España y no cargarse el patrimonio que tenemos.

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