Misterio

Hoy es mi intención filosofar con un objeto de adivinación, como es la bola de cristal. A través del cristal todo se ve y como esta es mi intención, que se vean las cosas, habrá que echarle imaginación en lo que resta.

La imaginación no es lo que peor se me da. Cojamos a un tipo cualquiera de la calle, llamémosle Juan (como Juan de la Cruz), démosle un presente: "parado". Un buen día Juan lee a su tocayo, que decía: "El corriente que nace desta fuente bien sé que es tan capaz y omnipotente aunque es de noche" (San Juan de la Cruz; 7º: Cantar de la alma que se huelga a conoscer a Dios por la fee).

Meditando y meditando sobre lo leído Juan decide apuntarse a un gimnasio, bien es cierto que no se le da nada de bien el aparataje del gimnasio pero decide probar suerte y con ayuda de profesionales en la materia se pone a hacer ejercicio. Este es el final del Juan sin disciplina, de 18 años de edad.

Tres años después de ver a Juan salir del gimnasio en el aniversario de cuando entró, vemos a un Juan treméndamente formado para el ejercicio físico. Por suerte, a Juan, no le ha faltado el dinero en estos últimos años y decide probar suerte en la universidad, habiendo domado todo su ser en un gimnasio.

Mentalmente asume la prueba y se mete en la universidad a estudiar, al principio le cuesta, pero lo acaba dominando, es la prueba más sencilla que le pueden poner, su potencial se enerva con 21 años que tiene y para cuando cumple los 26 ya está fuera, con un titulo en la mano.

No hay quien le pare y con 27 entra a trabajar en una empresa, con novia y proyecto de casa.

A los 31 le sobreviene una crisis, no es especificable el tipo de crisis que le sobreviene, pero pasa de ser un trabajador de futuro a otra vez Juan, el parado y además, el endeudado. Y es que no comprendió muy bien el verso que se leyó en su juventud "omnipotente aunque es de noche".

Lo que quiero decir con este relato ficticio, es que el cristal no solo es cristal porque se ve detrás de él, es cristal porque en violenta sucesión de pasadas las cosas no se quedan estáticas sino las más lejanas y grandes.

De todos modos solo las grandes pasiones se quedan contigo, todo lo demás es incierto y mejor no hacer planes a gran escala porque estos son una falsedad en su esencia. Solo con pequeños toques podremos aventurarnos a saber cual fue el destino de Juan y si lo que de verdad compartía era una ilusión o una fantasmagoría.

Como en la bola de cristal, solo podemos aventurarnos a conocer lo inmediatamente cercano, plausiblemente lo que nos atañe.

Lo mismo pasa con el ordenador, solo puedes ver lo que ya ha sucedido, por eso la transparencia es una de las formas más violentas de quitar la libertad y el juicio, como se decía: "Pero ¿quién se expondría al más mínimo castigo, o a la mortificación del desencanto, sin una mínima posibilidad razonable de escapar a una detección inmediata?" (Jeremy Bentham; Panóptico).

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