Otra de refranes

Hoy creo conveniente hablaros de 4 refranes que creo que tienen toda la razón del mundo en ser:

    1º)  "Quien no es bueno para sí, ¿cómo lo ha de ser para otro?": Da a entender que "la caridad empieza por uno mismo", y que las personas que no se aman a sí mismas no pueden tratar bien, de ningún modo, a quienes tienen a su alrededor.

    2º)  "No hay mejor espejo que el amigo viejo": En esta ocasión, muestra las bondades del amigo probado con el curso de los años. En la amistad probada se puede depositar la confianza y de ella debemos esperar el consejo desinteresado y la advertencia sincera. Asimismo, puede interpretarse que los buenos amigos se conocen y se parecen en tantas cosas que lo que vale para uno vale para el otro.

    3º)  "Placer bueno no cuesta dinero": Se encarecen y se alaban los pequeños placeres de la vida: aquellos que no son costosos ni perjudiciales. Los placeres que se obtienen por medio del dinero no lo son tanto, porque acaban por dejar la bolsa vacía. El gusto que se compra siempre termina en vicio: así lo recuerda la coletilla que, en ocasiones, se coloca a este refrán: "Placer bueno no cuesta dinero; placer malo, siempre es caro"

    4º)  "Quien quiera ser siempre mozo, coma poco": refiere este refrán las bondades de la frugalidad, es decir: la prevención contra las grandes comilonas y los banquetes diarios. Puesto que "de grandes cenas están las sepulturas llenas", el refranero aconseja, para la buena conservación de la salud, comer moderadamente. En general, puede aplicarse a todas las circunstancias de la vida, allí donde la moderación y la templanza es necesaria. Los romanos, en su época de decadencia imperial, organizaban festines donde el exceso era el vicio predominante. El exceso en la alimentación como en otras facetas de la vida es siempre objeto de reprobación. Los banquetes exagerados modernamente se llaman pantagruélicos (De la obra de François Rabelais; Gargantua y Pantagruel).

Con estos refranes he querido daros a entender lo que significa tener una buena imagen, que consiste en saber fijarte en ti mismo, también en los demás, saber escoger las buenas aficiones y la moderación en todo lo que hagas.

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