Temores

¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a los temores más grandes sin parpadeos y por la más leve de las brisas temporales hemos caído como naipes en una baraja? No hay respuesta para los sentimientos, como tampoco la hay para los temores que nos hacen rehuir de lo que más amamos; como dos personas se encuentran en la calle y no se vuelven a mirar más en su vida.

Me han dicho, ¿por qué temer a alguien al que amas? Precisamente porque si no lo temiéramos nos tomaríamos todas las licencias del mundo con ellos. La mejor distancia es la distancia prudente en la que ni tu ni yo nos podamos encontrar sin permiso nuestro. Por eso, cuando entras en su circulo más intimo debes de atender antes a lo siguiente: "El corazón conoce su propia amargura, y con ningún extraño comparte su alegría" (Proverbios 14,10).

Si somos justos, llegaremos a la conclusión, de que si sentimos temor por la gente que amamos, puede que realmente no los amemos.

Comentarios