Una opinión a tener en cuenta en el día de los pro-vida

Hoy, sin hacer sangre en lo que se refiere al tema de los derechos o no derechos de la mujer, pondré una opinión que espero que os guste sobre la vida y su, desde todos los puntos de vista, acertada forma de ver el tema.

"Cuando el bebé nace, carece de conocimiento consciente, de apego a los placeres y a las posesiones y de ataduras sentimentales. Desconoce por completo la riqueza y la pobreza, no tiene noción alguna del yo, la persona, el ser o la vida. Para el bebé todo está abierto; nada lo corrompe, porque es indiferente, ecuánime y puramente natural.
Al observar esto me doy cuenta de que este es el Tao de la restauración de la inocencia. Cuando los hombres son capaces de despertarse de forma radical y de cambiar por completo, de abandonar las ataduras hacia las cosas, vivir en el reino de la nada y de la informidad, de desarraigar los sentidos y los objetos condicionados por la historia, y eliminar la fuerza del hábito adquirido en la vida presente, permitiendo que todo sea abierto y transparente, puro y limpio, entonces, aunque el cuerpo sea viejo, se restaura la naturaleza; puede que exteriormente uno sea débil, pero interiormente es robusto.
Esto supone la restauración de la juventud, el estado original del bebé. De lo contrario, una vez que se ha perdido la realidad, ¿de qué sirve ser fuerte físicamente y ser robusto como un cerdo o como un buey? (Liu I. Ming -La realidad natural del bebé-).

Por eso a los pro-abortistas les diría: ¿Es que acaso no sois lo suficientemente poderosos para soportar una vida que es potencialmente más fuerte que vosotros? ¿Os habéis dado por vencidos vosotros mismos?
Y a los pro-vida les diría: ¿De dónde nace vuestra seguridad para con vuestros hijos? ¿nace de vuestra propia seguridad o es un mero sentimentalismo?

Comentarios