La prueba de fuego...

Hoy se me ha preguntado sobre un tema, para nada baladí, que es, qué considero yo una prueba de fuego. Más allá de la definición del diccionario, en la que se dice: "La comprometida y decisiva, en la que es necesario demostrar que se está a la altura de lo esperado"; soy yo de los que opinan que la verdadera prueba de fuego la pasamos todos los días, de lunes a domingo sin excepción de día. Esa prueba en la que nuestro organismo dice de quedarse y morir o levantarse y continuar.

"Por lo general, cuando las personas están activas, esto produce calor; cuando las personas están sentadas sin hacer nada, hacen que aumente el frío. Si cuando tienes frío te mueves, se volverá a producir calor. Si cuando tienes calor te quedas sentado sin hacer nada, se volverá a producir frío. En otras palabras, el frío y el calor no dependen del tiempo, sino de la persona.

Al observar esto me doy cuenta de que este es el Tao de asumir la creatividad del yin y del yang. Lo fuerte está asociado con el yang, lo blando está asociado con el yin. Si uno es fuerte pero no es agresivo, rebajándose con humildad, no sera irritable, sino que será pacifico y ecuánime. Si uno es flexible pero no es débil, si es reflexivo a la hora de actuar, no será inefectivo, sino que alcanzará una gran iluminación.

Cuando uno sea capaz de ser fuerte, de ser flexible, de actuar de acuerdo con la verdad y con el tiempo, de saber cuándo avanzar y cuándo retirarse, cuando sea capaz de ser grande y de ser pequeño, capaz de parar y capaz de renunciar, capaz de ser pasivo y capaz de ser activo, podrá hacerse con el control de la Creación, girar alrededor de la vida y de la muerte, invertir el mecanismo de la energía, abandonar la muerte y encaminarse hacia la vida. Lo mismo ocurre con la actividad que produce calor y la quietud de estar sentado que produce frío; el poder humano puede invertir los dictados de la naturaleza" (Liu I. Ming; El calor del movimiento, el frío de la quietud).

Cuando me hablan de pruebas de fuego, me quedo helado, porque no existe la prueba de fuego, más que la que tu te fabriques con pasión.