La dicha oculta en el tiempo que pasa

Tu cálido abrazo
de mil cuchillas sería,
si no hubiera hablado
de mil y una tonteterías.

Tengo un secreto,
¡Tenemos un secreto!

Si todos nuestros males
reducidos a carboncillo
estuvieran quietecitos
nuestro sería el ganador.

Pero como solo uno
uno entre todos podría
dar nuestra chispa,
a la apagada vida llevada.

Tengo una confesión,
¡Tenemos una confesión!

Necesito algo en común,
un odio dañino, esquivo
que sea común y lesivo,
como nuestro amor maldito

Talento y destrucción
manipulación y chabacanería
Todo ello al que más tenga,
¡Por qué somos idiotas!

Soy una pobre desgraciada,
¡Soy un pobre desgraciado!


Dedicado a los que hacen una crítica estéril de lo que no conocen.

Comentarios