Muchos de vosotros os preguntaréis, a estas alturas, que ¿a qué viene lo de estas dos preguntas del título? Es bien sencillo, a que la gente no sabe muy bien a que referirse cuando hablan de estas dos palabras. Es, como el enfermo que habla sin saber qué es lo que decir para que le atiendan bien. Y, ¿en qué me baso yo para decir esto?
1º) No hay una fuerte creencia religiosa, por lo tanto no hay una fuerte creencia personal: Seguramente, más de un ateo se habrá parado a observar que he relacionado creencia con persona... Pues es así, mientras más te conozcas a ti más conocerás a Dios y eso entiéndase con el "alfa y el omega" de tus posibilidades (Isaías 54, 4), que puede no tener que ver con el encofrado a un libro y su doctrina.
2º) Hay más afán por opinar, que por filosofar: es bien sabido, desde hace tiempo (aunque algunos/as lo olviden), que la opinión y la imaginación, si no están fundamentadas en el saber o en el conocimiento cierto, no valen nada, más que aire de inclemencia, del que constantemente la gente se resguarda, convirtiendo los sitios comunes de decisión en antros insufribles (por esos lugares me refiero a las plazas y calles de las ciudades y pueblos).
3º) Hay un renegar general de la naturaleza y sus costumbres: y no me refiero a hacerse vegetariano/a o feminista, sino más bien a desconocer lo que esto conlleva.
4º) Hay un desconocimiento total de lo que suponen los ordenadores, internet y las redes sociales.
Pero para que la gente no me eche más bullas con todo lo que estoy diciendo, de los cuales no me negaréis que no me falta razón, desarrollaré mi maniobra, para que más de uno no se llame a engaño, empezando por la fé.
La fé se detalla muy bien en las costumbres de un individuo, que a su vez constituyen la ética, que es parte esencial de la filosofía y que nos da el conocimiento de nuestro entorno. Por lo tanto la fé se equivoca al no contar la experiencia humana por la virtud cardinal de la fortaleza, si se analiza como valentía, obtendremos que el principal requisito para tenerla es "tener amplitud de miras" y que el principal aspecto que conlleva es que la fé se pueda encontrar en otras cosas (lease por ejemplo el libro de Enoc).
Pero por ejemplo, ¿cómo podremos atender a la opinión para saber si es verdadera? Fácil, atendiendo a la realidad. La realidad de nuestros días, nos dice que hay una verdad reciente que se nos escapa, que es el mundo de la informática, que se puede analizar, desde el punto de vista del usuario o del experto, pero por más que se esfuerce un ordenador (o móvil) nunca dejará de ser un cacho de piedra con el que realizamos operaciones de manera consciente o inconsciente, por lo tanto está entre en bien y el mal y mientras más se profundice más difícilmente se hallará la verdad. Y bien se dirá, ¿de qué modo nos complicamos la vida? Opinando, que en este medio es lo mismo que profundizar en la realidad de tu persona, todo lo contrario, todo lo contrario que atendiendo a la sabiduría o al conocimiento, que son saberes intemporales y bien consabidos (hasta donde se haya profundizado de la persona). Por lo tanto, opinando libremente en un medio en el que eres esclavo de la luz y no, benévolamente, bajo el dominio del sol te estás tirando piedras a tu mismo tejado.
Pero por ejemplo, ¿cómo podremos atender a la opinión para saber si es verdadera? Fácil, atendiendo a la realidad. La realidad de nuestros días, nos dice que hay una verdad reciente que se nos escapa, que es el mundo de la informática, que se puede analizar, desde el punto de vista del usuario o del experto, pero por más que se esfuerce un ordenador (o móvil) nunca dejará de ser un cacho de piedra con el que realizamos operaciones de manera consciente o inconsciente, por lo tanto está entre en bien y el mal y mientras más se profundice más difícilmente se hallará la verdad. Y bien se dirá, ¿de qué modo nos complicamos la vida? Opinando, que en este medio es lo mismo que profundizar en la realidad de tu persona, todo lo contrario, todo lo contrario que atendiendo a la sabiduría o al conocimiento, que son saberes intemporales y bien consabidos (hasta donde se haya profundizado de la persona). Por lo tanto, opinando libremente en un medio en el que eres esclavo de la luz y no, benévolamente, bajo el dominio del sol te estás tirando piedras a tu mismo tejado.
Pero es que la maldad, no llega hasta ahí, hay gente que se percata del error. En la Península Ibérica, en la época prerrománica, bien lo decía Estrabón, se dormía en los suelos, hoy dormimos en camas y caminar por las calles era de locos si no tenías que hacer algo concreto. Costumbres que hoy día se pueden aplicar al mundo real en el que vivimos:
->Caminar, sin tener motivo, sigue siendo de locos, pues lo mismo, opinar, en internet, sin razonamiento, tiene que ser de locos.
->Puesto que muchos sois fanes de lo japones, os pediré, algún día, que durmáis como ellos, que al mismo tiempo, estaréis tomando contacto con el elemento sobre el que dormís, y eso se tiene que traducir en un conocimiento más exacto de la realidad, ya que como decía Platón, el que duerme sobre la realidad, está tres veces más cerca de ella.
Esto debería de ser, más que de sobra, para explicar ética y moral. Si algunos os preguntáis porqué está bien lo que digo, preguntaos ¿por qué está bien "hacer un socorro en modo germanía", en este ámbito (Homero; Iliada, canto XI, versos 443-445) está bien y fuera de este ámbito no lo está?
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