Que grandes seríamos si siguiésemos la analectas 7.26 y 7.21 de Confucio, que dicen así:
El Maestro dijo: "No puedo esperar encontrar a un sabio virtuoso. Me contentaría si pudiera encontrar simplemente un caballero".
El Maestro dijo: "No puedo esperar encontrar un hombre perfecto. Me contentaría con poder encontrar simplemente un hombre de principios. Es difícil tener principios cuando la Nada pretende ser Algo, el Vacío pretende ser Lleno y la Penuria pretende ser Opulencia".
El Maestro nunca habló de milagros, violencia, desórdenes ni espíritus.
Empecemos siendo corrientes, y más bien me refiero a corrientes con lo de estar enchufado a la realidad, ¿cuántos de vosotros habréis oído o visto por la televisión algo como esto? Si la respuesta es no, debes de estar viviendo en otro planeta que no es precisamente el nuestro, y por lo tanto no deberías de estar todavía al corriente de lo que acaece.
Pero ¿por qué la gente se apega a lo que es el dinero y lo ilícito? ¿qué imán tiene eso? Seamos justos y veremos que para alcanzar la sabiduría, hace falta, como bien he dicho en otras partes, tener experiencias y como bien ha dicho Confucio, eso era muy raro en un pasado, que no ahora, en el presente, con los modernos sistemas económicos que hemos desarrollado. Por lo tanto, el dicho griego que dice que no hay que remover mal bien asentado, debería de ser un dicho lapidario para que hubiera una corrupción galopante en todos los estados del sur y una losa infranqueable para los justos. Por supuesto, a estas alturas comprenderéis que ser sabio es ser corrupto, por lo tanto a lo máximo que puedes aspirar es a ser un caballero, un hombre de principios y no un hombre perfecto, lo cual parece que es muy triste. Pero nada más lejos de la realidad ya que ser un hombre perfecto (pongamos también en el mismo saco a la mujer), no debería de ser una psicastenia, pero más bien lo contrario de lo anunciado es lo que se da hoy día.
¿Por qué se da la corrupción hoy día? Porque hay avance, como bien decía Confucio, aunque de una manera solapada. Entonces, para no tener corrupción, debemos de frenar el avance de nuestra sociedad ¿pero es correcto? Entonces es ahí donde entran los mal llamados límites personales, que simplemente son el pulimiento de tus características personales, para dejar de ser un alma en el sentido biológico, para ser un alma en el sentido espiritual y es ahí donde entra la segunda enseñanza de Confucio que os he puesto. Nunca debes de hablar de lo que tienes, si es tu fe, si quieres conservarte como persona y si quieres avance, tu deber es hacerlo público con la consabida regla de la corrupción endogámica. De ahí que el progreso, o sea social o sea económico, seas tu el que lo deba de decidir a todos los niveles de tu existencia, ya que esto no es una regla de tres a todos los niveles.
Para finalizar, me quedo con otra enseñanza de Confucio (6.20):
El Maestro dijo: "Conocer algo no es tan bueno como amarlo; amar algo no es tan bueno como disfrutarlo".
Os animo a elegir ser corruptos o no, a vivir experiencias o a quedaros en casa, pero a nunca alcanzar del todo la perfección.
¡Buen fin de semana!
El Maestro dijo: "No puedo esperar encontrar a un sabio virtuoso. Me contentaría si pudiera encontrar simplemente un caballero".
El Maestro dijo: "No puedo esperar encontrar un hombre perfecto. Me contentaría con poder encontrar simplemente un hombre de principios. Es difícil tener principios cuando la Nada pretende ser Algo, el Vacío pretende ser Lleno y la Penuria pretende ser Opulencia".
El Maestro nunca habló de milagros, violencia, desórdenes ni espíritus.
Empecemos siendo corrientes, y más bien me refiero a corrientes con lo de estar enchufado a la realidad, ¿cuántos de vosotros habréis oído o visto por la televisión algo como esto? Si la respuesta es no, debes de estar viviendo en otro planeta que no es precisamente el nuestro, y por lo tanto no deberías de estar todavía al corriente de lo que acaece.
Pero ¿por qué la gente se apega a lo que es el dinero y lo ilícito? ¿qué imán tiene eso? Seamos justos y veremos que para alcanzar la sabiduría, hace falta, como bien he dicho en otras partes, tener experiencias y como bien ha dicho Confucio, eso era muy raro en un pasado, que no ahora, en el presente, con los modernos sistemas económicos que hemos desarrollado. Por lo tanto, el dicho griego que dice que no hay que remover mal bien asentado, debería de ser un dicho lapidario para que hubiera una corrupción galopante en todos los estados del sur y una losa infranqueable para los justos. Por supuesto, a estas alturas comprenderéis que ser sabio es ser corrupto, por lo tanto a lo máximo que puedes aspirar es a ser un caballero, un hombre de principios y no un hombre perfecto, lo cual parece que es muy triste. Pero nada más lejos de la realidad ya que ser un hombre perfecto (pongamos también en el mismo saco a la mujer), no debería de ser una psicastenia, pero más bien lo contrario de lo anunciado es lo que se da hoy día.
¿Por qué se da la corrupción hoy día? Porque hay avance, como bien decía Confucio, aunque de una manera solapada. Entonces, para no tener corrupción, debemos de frenar el avance de nuestra sociedad ¿pero es correcto? Entonces es ahí donde entran los mal llamados límites personales, que simplemente son el pulimiento de tus características personales, para dejar de ser un alma en el sentido biológico, para ser un alma en el sentido espiritual y es ahí donde entra la segunda enseñanza de Confucio que os he puesto. Nunca debes de hablar de lo que tienes, si es tu fe, si quieres conservarte como persona y si quieres avance, tu deber es hacerlo público con la consabida regla de la corrupción endogámica. De ahí que el progreso, o sea social o sea económico, seas tu el que lo deba de decidir a todos los niveles de tu existencia, ya que esto no es una regla de tres a todos los niveles.
Para finalizar, me quedo con otra enseñanza de Confucio (6.20):
El Maestro dijo: "Conocer algo no es tan bueno como amarlo; amar algo no es tan bueno como disfrutarlo".
Os animo a elegir ser corruptos o no, a vivir experiencias o a quedaros en casa, pero a nunca alcanzar del todo la perfección.
¡Buen fin de semana!
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