Hoy se me ha ocurrido este singular título para señalar ciertas actitudes y sus contrarias que como la clave en cuestión, están en desuso, como otros tantos ritos, a saber:
-Preguntar antes de hablar.
-Agradecer después y antes de recibir el favor.
-Ser consecuente con tus actos.
-Informarse antes y después de cometer un error.
-Por lo tanto, ser consecuente con tus errores.
-Ser bueno, sin ser manirroto.
-Amar al que te enseña y no odiarlo.
-Paz en vez de guerra.
-Lectura coherente en vez de horas de internet.
-Disciplina mental y física frente al exceso.
-Mansedumbre entre terquedad.
-Facilidad de trato frente a intromisión.
-Originalidad frente a fastuosidad.
-Legal contra ilegal.
-Cierto o verdadero contra falso o incorrecto.
A estas quince objeciones al buen trato les voy a dar la vuelta. Porqué no hablar para preguntarse, ¿no se agradece el gesto hablando y por lo tanto eres consecuente? Por lo tanto, sin nuestros errores no seríamos humanos y ¿ser consecuente no sería una forma de esclavitud? Si no hubiera manirrotos no habría Estado, consecuentemente, si el odio es cómodo, vivimos en un "estado de bienestar", si todos deseamos la paz ¿por qué vamos al trabajo o al estudio como a la guerra? Por lo tanto si somos pacíficos, como dicen algunos filósofos, ¿qué hacemos en internet? Si todo es disciplina, ¿por qué en este país comemos como reyes y tenemos la fuerza moral de un guisante entre 40 millones? ¿y por qué somos tercos a la hora de admitirlo? ¿por qué buscamos información rápida frente a los demás? Porque no nos cuesta ser fastuosos y coger lo que no es nuestro en esencia. Porque a base de falsedades e incorrecciones construimos nuestras verdades y alcanzamos lo cierto.
A estas quince objeciones al buen trato les voy a dar la vuelta. Porqué no hablar para preguntarse, ¿no se agradece el gesto hablando y por lo tanto eres consecuente? Por lo tanto, sin nuestros errores no seríamos humanos y ¿ser consecuente no sería una forma de esclavitud? Si no hubiera manirrotos no habría Estado, consecuentemente, si el odio es cómodo, vivimos en un "estado de bienestar", si todos deseamos la paz ¿por qué vamos al trabajo o al estudio como a la guerra? Por lo tanto si somos pacíficos, como dicen algunos filósofos, ¿qué hacemos en internet? Si todo es disciplina, ¿por qué en este país comemos como reyes y tenemos la fuerza moral de un guisante entre 40 millones? ¿y por qué somos tercos a la hora de admitirlo? ¿por qué buscamos información rápida frente a los demás? Porque no nos cuesta ser fastuosos y coger lo que no es nuestro en esencia. Porque a base de falsedades e incorrecciones construimos nuestras verdades y alcanzamos lo cierto.
La respuesta entonces, es bien sencilla: ¿Eres repetible o irrepetible? Ser irrepetible es una tiranía, es la libertad mal entendida ¿tanto te vale la pena?
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