Hablemos de locura y trabajo.

Hoy me voy a hablar de una verdad incomoda, la locura, pero no lo voy a hacer desde el punto de vista psicológico, sino desde el punto de vista académico. Poco conocidos fuera de los círculos de erudición son estos dichos populares: "quien trabaja, come pan; y quien no trabaja, salmón y faisán" y "refrán es verdadero que quien más sirve, vale menos". Me diréis ¿qué tiene que ver eso con la locura? Probablemente no os llame la atención con la cantidad de entradas que tengo suscritas, diréis. El siguiente cuento, llamado "¿quién está más loco?", trata sobre este tema y "por fin", la locura.

"Unos hombres fueron a inspeccionar un manicomio famoso por el acertado tratamiento que allí se les daba a los pacientes. Entre los muchos enfermos encontraron a uno de ellos extremadamente sonrojado y que desprendía un gran calor. Preguntaron a los médicos encargados sobre aquel caso tan singular.
-Es el enfermo más antiguo del hospital -contestaron aquellos sabios-. Ese hombre se cree un horno.
-¿Y cómo con sus conocimientos no han podido curarlo aún?
-Bueno..., verán -se excusaron los médicos-, lo que ocurre es que hace un pan excelente".

Seamos sinceros, ¿cuántas veces os habéis sentido aquí como ese loco? Dando y dando información, ¿quién está más loco, el que come pan o el que come salmón y faisán? Pudiéndote permitir no servir ¿por qué servir? ¿por qué al que tiene la sartén por el mango y lo hace bien le va más mal, que al que teóricamente le va mal pero le va bien? Esta cuestión es difícil de tratar, pero se puede resolver con esta sencilla fábula de Esopo, llamada "el padre y sus hijas".

"Un hombre que tenía dos hijas dio una en matrimonio a un hortelano, y la otra a un alfarero. Al cabo del tiempo, fue a ver a la del hortelano y le preguntó cómo estaba y qué tal les iban las cosas. Ella dijo que todo les iba bien, pero que sólo pedía a los dioses que llegase el mal tiempo y la lluvia para que las hortalizas se regasen. No mucho después, fue a ver a la del alfarero y le preguntó cómo estaba. Al decir ésta que de lo demás nada le faltaba, pero que sólo pedía que permaneciese el cielo raso y un sol brillante para que las vasijas se secasen, le dijo: "Si tú pretendes el buen tiempo y tu hermana el malo ¿con cuál de vosotras voy a rogar?".
Así, los que intentan al mismo tiempo distintos asuntos es natural que fracasen en ambos".

El que vive bien, es esclavo de su buen vivir, el que vive mal es libre dentro de su situación anómala, por lo tanto, supongamos que tanto el doctor como el loco son agricultores y tu jefe y tú sois alfareros ¿no os estaréis deseando la muerte y dinamitando los unos el trabajo de los otros, porque unos engloban la salud y otros los servicios elementales? Por lo tanto, si eres trabajador y tienes a alguien por encima eres libre de decidir, pero no de vivir y si eres loco, eres libre de vivir, pero no de decidir.

Cuídense, porque puede que lo bueno para ti sea malo para mi y viceversa, lo malo para ti sea bueno para mi.

Desde la más sentida experiencia en todos y cada uno de los campos, Pyralis.

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