A la alcachofa (para los que quieran entender)

Es mi intención hablaros con lengua de poetas remotos en el tiempo, pero antes, quiero que tengáis este proverbio de Confucio en mente: "Me lo contaron y lo olvidé; lo ví y lo entendí; lo hice y lo aprendí", porque no hay nada más intrigante que la alcachofa o alcaucil.


Al alcaucil, a la alcachofa.
"... Hija del agua y de la tierra, su abundancia se ofrece a quien la espera, encerrada en un castillo de avaricia.
Se asemeja, por su blancura y por lo inaccesible de su refugio, a una virgen griega entre un velo de lanzas" (Ben al-Talla, poeta del siglo XI. Tradición poética de Al-Andalus).

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