Hoy es mi intención filosofar a cerca de una piedra preciosa que se haya en la cabeza de los dragones, la dracontia, pero ¿qué significa el dragón y la piedra que hay en el interior de su cabeza?
La piedra es una alegoría a la inteligencia más salvaje que todos tenemos, la fuerza de esta piedra reside en lo inescrutable de la mente feroz, la cual, algunos, identifican con el hipotálamo, su quinta esencia y la forma que se le ha dando al cerebro con aparatos como el Estado, la Iglesia o Internet, lo cual es el Dragón. Es la bestialidad y el genio más decidido.
Si hacemos caso a la criatura que mora en nuestro interior, dándole la forma de capacidades de comunicación, obtendremos el dragón y su primitiva forma de atrapar las almas sobre las que trabaja.
Platón decía que de esta piedra (o diente para él) nacía un fiero ciudadano, mas las normas que rigen en estos temas afectan a la forma y finalidad del dragón, pero no a su esencia. En las formas de los hombres jóvenes, se da:
-Asistir a la doctrina.
-Respetar a los ancianos.
-Evitar las diversiones peligrosas.
-Huir de la ociosidad y compañías sospechosas.
-No retirarse tarde de noche.
-Mortificar su propio cuerpo.
-Huir de los enamoramientos, canciones profanas...
-No tomar ninguna cosa ocultamente, aunque sea de su propia casa.
-Rogar a Dios y tomar consejo de hombres prudentes, para acertar el estado que se debe tomar.
Y para las mujeres:
-Observar suma modestia en cualquier acción.
-Ser muy mirada en las palabras.
-No desear ver ni ser vista.
-No vestir con vanidad.
-Huir el conversar a solas con los hombres.
-Abominar los galanteos, bailes, teatros...
-Amar los ejercicios de piedad.
-No estar ociosa ni un solo instante.
-Hacer alguna discreta mortificación.
Como San Jordi y su dragón, la muerte de este, debe de sernos la principal ocupación si queremos rescatar nuestro yo más auténtico de sus garras, ya sea en la figura de una amada o amado, cumpliendo o incumpliendo las normas.
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