Echites o la ética que se desliza

Es mi intención empezar con un verso latino de Juvenal: summum crede nefas animam praeferre pudori et propter vitam vivendi perdere. Se puede decir, que como en esta sátira de Juvenal, lo más importante no es la vida sino el honor, y ¿cómo lo demostramos? os puedo demostrar que esta piedra preciosa con dibujo de serpiente, tiene (como dijo Plinio) una planta desconocida a tratar por 3 puntos diferentes:
1º)  Popular: Se puede resumir en la Máxima suprimida de La Rouchefoucauld: "Todo el mundo tiene que criticar en los demás lo que critican en él". Podemos sacar la siguiente conclusión, mientras más viral y moralista sea tu mensaje, mayor difusión tendrá.
2º)  Infantil: Se podría resumir en dos cuentos: La fábula de Esopo "Zeus y la serpiente" (en el cual se trata de explicitar lo que dice Juvenal, negando la rosa a la serpiente) y la Escena VIII del Cartero del Rey, de Rabindranaz Tagore, en el cual se muestran las esperanzas frustradas de un niño que quiere dar a entender con la "ventana" que es un hombre que se preocupa de la vida, cuando es un niño que se preocupa por su honor futuro.
3º)  Psicológico-filosófico: especialmente audaz me pareció este párrafo del nuevo libro de psicopolítica de Byung-Chul Han, que ahora os pondré, sobre la ludificación: "Para generar mayor productividad, el capitalismo de la emoción se apropia del juego, que propiamente debería ser lo otro del trabajo. Ludifica el mundo de la vida y el trabajo. El juego emocionaliza, incluso dramatiza el trabajo, y así genera una mayor motivación. A través de una rápida experiencia exitosa y de un sistema de gratificación instantánea se aumentan el rendimiento y el producto. Un jugador con sus emociones muestra mayor iniciativa que un actor racional o un trabajador meramente funcional". Por eso Juvenal viene a aseverar, en cierto modo, que para perder la vida hay que perder el pudor y posteriormente ganarás honor. O por lo menos eso es en teoría, ya que hace falta una buena dosis de inteligencia.

De aquí que diga que aparte de criticar determinados aspectos de los demás, tengas que criticar algunos tuyos, que para ganar admiración tengas que hacer el titánico esfuerzo de separarte de la envidia y, al mismo tiempo, ser un adulto siendo niño y un niño siendo adulto.

De ahí, la piedra preciosa y su planta misteriosa, por eso es ética con marca de serpiente eléctrica, que se lleva a los débiles o poco prudentes.

Esto es neoliberalismo extremo, otra cosa es que lo quieras reconocer.

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