¡Nica! El secreto tras ese pequeño gesto.

Hoy, es mi intención, daros a entender qué es el "buen ánimo" o nica (chocar esos cinco) con la mirada.

Como decía Séneca, es parte de la inocencia el ser uno ciego, pues bien, hay tres pasos llamados "cómo llevaba la cruz Jesucristo (con la mirada)", que los teólogos del siglo XIX utilizaban en sus charlas:
        1º)  "Te abstendrás de mirar aquellos objetos que podrían suscitar en tu alma pensamientos pecaminosos, como son figuras deshonestas, comedias poco decentes, con especialidad si van acompañadas de baile, el que, por la circunstancia del modo de vestir y saltar, debe considerarse como causa provocativa de pensamientos torpes [...] (por lo tanto los canis y su música y algunos tipos de frikis y otakus, quedarían fuera).
        2º)  "También apartarás la vista de las cosas vanas, curiosas y no necesarias, diciendo como el Profeta: "Apartad, Señor, mis ojos para que no vean la vanidad" (Poniendo el ejemplo de San Francisco de Borja, de apartar la mirada cuando el halcón se arrojaba sobre su presa).
        3º)  "Cuando no quieras mortificarte sino dar algun recreo y solaz á la vista, mirando las flores, árboles, jardines, edificios y otras cosas honestas por este estilo" (porque no hay nada más honesto que lo que ellos denominan "el espíritu del Criador").

Dichos antiguos como "quien come y canta, juicio le falta", anuncian cosas tan difíciles de llevar a cabo en ese tiempo como "comerte con los ojos", cosa que se da mucho, hoy día, por internet y que destrozan teorías que hasta la llegada de estos medios eran prácticamente incontestables dentro de la moral general, ya que como se decía con Platón, nada podía ser construido para que dominase a la luz, cosa que hoy día queda (sobre todo en estos 10 últimos años) más que contestada.

Pero creo, sencillamente, que la clave de todo esto, se encuentra en volver al principio de toda esta exposición, a lo que decía Séneca, al "nico" o guiño de ojos (que debiera ser más utilizado en internet) y a los "nicolai" (dátiles y tortas de Siria y Damasco enviadas a la Roma de Augusto), del filósofo Nicolao, un pequeño gesto o nicolaus que puede devolver a la vida a más de uno en estos sitios, no solo al que lo recibe sino al que lo emite.

Dedicado a todos los que me guiñan los ojos y respetan los tiempos de descanso en estas tecnologías, por su bien y por el mío.



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