Una distinción entre bueno y malo del s.XX según el querer (denostada por redes sociales)

"[...] Distingue Kant con razón lo "bueno" y "malo" [...]. Dice: "La lengua alemana tiene la suerte de poseer expresiones que no dejan pasar por alto esta distinción. Para lo que los latinos sólo podían nombrar con una palabra, tiene dos conceptos muy distintos y también expresiones igualmente distintas. Para "bonum", "Gut" y "Wohl"; para "malum", "Böse" y "Übel". Gut y Böse significan, a su vez una "referencia a la voluntad en cuanto ésta es determinada por la ley de la razón a hacerse de algo su objeto" [...]. Para la bondad o maldad de la voluntad es totalmente indiferente (según Kant) que intentemos realizar lo noble o lo vulgar, el bienestar o el dolor, el provecho o el daño; pues la significación de las palabras "bueno" y "malo" se agota íntegramente en la forma legal o ilegal conforme a la cual articulamos la posición de una materia de valor en otras.
[...] Aparte de esto, es un primer error de Kant el negar que "bueno" y "malo" son valores materiales [...]. Naturalmente, no hay aquí nada susceptible de definición, igual que ocurre en todos los fenómenos últimos de valor [...]
Hagamos objeto de análisis estas cuestiones.
Pues seguramente es exacto lo que dice Kant, a saber: que la realización de un valor material determinado no es nunca en sí misma buena o mala. Habría que admitir esto en el caso de que no hubiera una jerarquía entre los valores materiales que se hallara fundada en la esencia misma de esos valores (no en las cosas que son sus depositarios de un modo fortuito). Pero el caso es que existe tal jerarquía. [...] aparécenos con toda claridad la referencia que dicen, en general, "bueno" y "malo" a los restantes valores. Entonces el valor "bueno" (en sentido absoluto) es aquel valor que se manifiesta, conforme a una ley de su esencia, en el acto de la realización de aquel otro valor que es más alto (según el grado de conocimiento del ser que lo realiza); en cambio, el valor "malo" es el que se manifiesta en el acto de la realización del valor más bajo. Por el contrario, relativamente "bueno" y "malo" es el valor que se manifiesta en el acto dirigido a la realización de un valor más alto o más bajo (considerados desde el punto respectivo de partida en los valores). Siéndonos dada la superioridad de un valor en el acto del "preferir" y la inferioridad del mismo valor en el acto del "postergar", quiere esto decir que es moralmente bueno el acto realizador de valores que coincide, con arreglo a su materia de valor intentada, se opone al valor que ha sido "postergado" [...].
En segundo término, el valor "bueno" es aquel que va vinculado al acto realizador que ejecuta un valor positivo, dentro del grado más alto de valores, a diferencia de los valores negativos; y el valor "malo" es el que va vinculado al acto realizador de un valor negativo.
[...] Hay una ética material plenamente determinada para cada esfera material de valores de que dispone el conocimiento de un ser; ética en la que han de mostrarse las leyes de preferencia objetivas entre los valores materiales.
[...] axiomasI.1. La existencia de un valor positivo es, ella misma un valor positivo. 2. La no existencia de un valor positivo es, ella misma, un valor negativo. 3. La existencia de un valor negativo es, ella misma, un valor negativo. 4. La no existencia de un valor negativo es, ella misma, un valor positivo. II.1. En la esfera de la voluntad es bueno el valor que va vinculado a la realización de un valor positivo. 2. En la esfera de la voluntad es malo el valor que va vinculado a la realización de un valor negativo. 3. En la esfera de la voluntad es bueno el valor que va vinculado a la realización de un valor más alto (o el más alto). 4. En la esfera de la voluntad es malo el valor que va vinculado a la realización de un valor más bajo. III. En esta esfera el criterio de lo "bueno" y "malo" consiste en la coincidencia del valor intentado en la realización con el valor que ha sido preferido, o, respectivamente, en la oposición al valor que ha sido postergado.
No obstante, tiene razón en un punto Kant. Es imposible, según una ley de esencias, que las materias de valor "bueno" y "malo" se conviertan en materias del acto realizador ("voluntad"). Por ejemplo, el que no quiere hacer el bien a su prójimo (pero sin embargo le interesa la realización de ese bien) y toma sólo la ocasión "para ser bueno" o "hacer el bien" en ese acto no es bueno ni hace verdaderamente el "bien", sino que en realidad es un espécimen de fariseo que quiere solamente aparecer "bien" ante sí mismo [...]. Por consiguiente, el acto voluntario que acaece sin una elección previa no es un mero impulso instintivo (que sólo tiene lugar cuando falta el acto del preferir). Empero, un acto realizador de un valor no es nunca una cosa valiosa (cualquiera que sea el ser que lo realice). Así, pues, exclúyense sencillamente "bueno" y "malo", y cosas valiosas.
Hay que rechazar decididamente la tesis de Kant de que "bueno" y "malo" van vinculados primitivamente a los actos voluntarios tan sólo [...]. De aquí que, para él, el valor de la persona se define únicamente por el valor de su voluntad, mas no este por el valor de la persona.
En segundo término, [...]. Lo que no reside dentro de la esfera del poder de un ser puede desde luego recaer en él como exigencia del deber ideal; pero nunca podrá ser un "imperativo" para aquel ser ni llamarse tampoco su "obligación".
Sólo en tercer lugar son los actos de una persona depositarios de lo "bueno" y "malo", actos entre los que contamos también los del querer y obrar. [...]. Tales son, por ejemplo, el perdonar, el ordenar, el obedecer, el renunciar y mil otros.
[...] Porque la persona no es en sí misma una cosa ni lleva en sí la esencia de la cosidad, como es esencial a todas las cosas valiosas. Como unidad concreta de todos los actos aún posibles se contrapone a toda la esfera de los posibles "objetos" (sean éstos los objetos de la percepción interior o externa, es decir, trátese de objetos psíquicos o físicos); y tanto más se contrapone a la esfera íntegra de las cosas, la cual constituye una parte de la esfera de los objetos. La persona existe exclusivamente en la realización de sus actos.
[...] La posición de esta alternativa (la de Kant) es posible únicamente con la hipótesis totalmente infundada de que todos los valores materiales se reducen a referencias causales de las cosas hacia nuestros estados sensibles de sentimiento. Y esta hipótesis es la que únicamente le ha llevado a Kant a su "paradoja del método": "A saber: que el concepto de lo bueno y lo malo no puede ser determinado antes de la ley moral (a la que debería fundamentar en apariencia), mas sólo después de la misma y por la misma"".

(Max Scheler; El formalismo en ética y la ética material de los valores; Relaciones de los valores "bueno" y "malo" con los restantes valores y con los bienes).

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