Corrupción: ¿Éxito futuro o fracaso dantesco?

Entrar en la metafísica de la corrupción es de valientes, cuanto menos, pero no me refiero a la típica corrupción de la caja tonta (aunque también se pueda hacer extensible) sino a su origen mismo (culturalmente hablando), pero no de una corrupción en base a la metafísica de una roca, como es el caso de la Biblia (Lucas 16, 1-13 y Mateo 6, 24), sino a la humanidad fuera del cuerpo.

Muchas veces me habéis oído hablar de que estamos paulatinamente cambiando de paradigma cultural, de una sociedad cristiana, más o menos abierta, de raíz indoeuropea a una sociedad que tiende más a los presupuestos orientales de filosofía. Celebres han sido ya capítulos, de "la utilidad de lo inútil" (Nuccio Ordine), sobre "la desaparición de las librerías históricas", librerías históricas donde te puedes encontrar libros como los de Han (La sociedad de la transparencia), en los cuales se te dice hoy día que "poder no es atención", por el simple y mero hecho de que esta carece de negatividad y este, en teoría, no la necesita. He ahí otro signo más del cambio de paradigma cultural.

Pero, ¿cuál es la nota distintiva de todo este conglomerado de ideas conspicuas que vemos hoy día por internet? ¿es éxito o es fracaso? A la primera pregunta, es la corrupción, a la segunda, os voy a dejar que os respondáis vosotros con vuestra propia vivencia.

El poema que viene a continuación, es un clásico chino (Según Yi Jian Mei):


Están marchitándose las flores de loto,
y hace frío en la esterilla.
Lentamente desato mi falda de seda,
y subo solitaria a mi barca.
¿Quién me ha enviado una carta de amor desde las nubes?
Cuando vuelvan los gansos silvestres
formando caracteres en el papel del cielo,
el pabellón occidental se llena de la luz de la luna.
Las mismas flores no hacen más que caer
y el agua correr sin cesar,
mas mi nostalgia es siempre la misma,
aunque ambos la suframos separados.
Es imposible no sentirla,
entra por los ojos y llega al corazón.

Este poema alude a la corrupción de las flores, como corrupción del cuerpo ante los sentimientos, es obvio que cuando se escribió, no existía internet para escribir una carta de amor desde las nubes, por lo tanto, podemos aducir que en un sitio donde no exista poder o lo que es lo mismo la opresión, existirá la atención. Por lo tanto, en un lugar donde no haya corrupción, habrá automáticamente prosperidad.

La raíz de este pensamiento tan complejo, se encuentra en un macabro cuento (no apto para los que tengan cuerpo flojo) llamado "la venganza de "Ceja larga"", el cual os omito su resumen por las ideas que trae, pero que se basa en el hexagrama 50, Ting o el caldero, en el cual (3 patas del caldero): el medio ambiente, la riqueza y la inteligencia, solo se consiguen cocinando a su cuerpo corrupto o alimento. De ahí viene el ideal chino de humanidad más allá del cuerpo, lo cual es muy buen augurio para ellos y que nos puede dar a entender posturas tan extremas como las de cortarse las muñecas o los brazos por algún ídolo, como las que he visto estos días por redes sociales o simplemente el culto al dinero que tienen estos a día de hoy, siendo como un medio ideal para liberarse de la corrupción. Excede ámpliamente la metafísica de la roca de Jesucristo, siendo que este apuesta por la corrupción como medio de salvar la vida y no condenarla a un futuro incierto lejos de lo que él considera el ser humano.

Dentro de esta postura China, me llaman la atención dos autores de filosofía completamente opuestos:

-> Por un lado está Confucio, más tendente al hombre, el cual dice lo siguiente (analecta 15.9): "El Maestro dijo: "Un hombre recto, un hombre que practica la humanidad, no busca la vida a expensas de su humanidad; por el contrario, habrá ocasiones en que dará su vida para realizar su humanidad"". Lo cual lo acerca, aun en la postura china, a la postura de Jesús o, por lo menos, a su historia, siendo preferible, por tradición, la humanidad fuera del cuerpo, pero con ese toque de negatividad que decía Han.

-> Por otro lado está la visión interpretativa, tendente a la mujer, de Liu-I.Ming, sobre un texto de Lao-Tse, en el símil taoista de "la carne y el pelo de los cadáveres". En este llega a afirmar cosas como: "En el cuerpo humano todo es una influencia perniciosa y una fuerza engañosa, lo superior y lo inferior, lo interior y lo exterior" y "liberarse del otro a través del yo es bastante sencillo y no requiere ningún gasto ni esfuerzo". Lo cual es una perversión según el modo de ver las cosas occidental, ya que te están diciendo que dejes de ser tu para sumarte a la corriente, siendo claramente alguna de las tres cosas que dejan fuera de la santidad a un cristiano (carne, demonio y mundo), en comparación a las 3 patas del caldero chino.

Como vemos, la corrupción siempre es un signo de fe, la cual puedes tomar, hoy día, desde el punto de vista cristiano, en el cual se acepta como una cosa más de nosotros y un pecado más en caso de que la eliminemos o desde el punto de vista chino, en el cual la corrupción puede ser tolerada, poniendo, eso sí, siempre las miras hacia lo que es la forma última de humanidad, cosa que puede ser el dinero.

Si alguna vez os preguntáis por qué un chino cualquiera es más rico que vosotros, pero parece más desgraciado que cualquier occidental, esta puede ser vuestra respuesta. La pregunta sigue siendo la misma ¿éxito futuro o fracaso dantesco?

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