Hablemos de Cuba

Me gusta ser honrado, pero la honra tiene un límite y hoy hablaré de lo que es "Cuba" para mi. Yo soy español y no es la primera vez en mi vida que escucho decir: "más se perdió con Cuba", pues bien, no es solo una exótica isla, es un concepto en si mismo.

Cuba, en lengua sabina, significa "litera" y en la litera suceden los primeros momentos de vida y los últimos, aunque el resto de la vida la vivamos de pie o en el suelo. Entre sueños y vivencias puedes tirarte toda tu vida sin más, pero a lo que nunca se atiende, es a lo plegado de si mismo. La litera, para mi, es esa primera y última parada del día que me gusta hacer sin el menor atisbo de duda, porque cuando estás cansado y las fuerzas te flaquean, lo que quieres es, literalmente, descansar en las mejores manos y con las mejores condiciones. Con lo cual, aquellos que dicen que "más se perdió con Cuba", en este caso, se equivocan de extremo a extremo.

Otra cosa bien distinta, es descansar entre los brazos de una mujer, ya que Cuba es la diosa latina a la cual se ofrecían los niños recién destetados para que les reconciliase el sueño. Sinceramente, el sexo es otra de las cosas que tiene Cuba, pero este es placentero y cariñoso, digno de la gente que lo practica con seguridad y grandes noches de pasión, son las que el hombre digno pasa con la mujer, se deja complacer. Por lo tanto, eso de "más se perdió con Cuba" lo niego, porque Cuba y yo somos amigos.

En lo que no estoy de acuerdo, es con la definición de los que viven en este sueño o cubans, no creo que sean personas acostadas, no por lo menos las 24h del día, ni creo que sean gente enfermiza o que amenaza ruina, simplemente van a otro ritmo y eso no es ni bueno ni malo, simplemente diferente. Por eso, al citado dicho, cito yo, que más se perdió en el prejuicio con los peces chatos y estos peces son insustituibles.

Pues bien, si como bien dice Enio: "Firme con sus hombres y antiguas costumbres se mantiene el Estado romano", las costumbres se han de adaptar a la nueva ciencia y esta dice, que un dejado de la mano de Dios, como yo, puede escribir sin ser meramente decadente.

¡Piénsenlo! ¡Buenas noches!

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