El "tiro con arco" en nuestros días

A muchos seguro que os suenan, en los salones del manga, unos stands en donde se tiraba con arcos de flechas acolchadas a unas dianas u objetivos, pues bien, este es uno de los seis nobles artes de la cultura china, extrapolables a todo el mundo, "el tiro con arco".

Pero, ¿de dónde viene eso de tirar con arco? Existe un cuento chino llamado "el aprendizaje de un arquero", en el cual se relata el aprendizaje de un arquero joven llamado Ji Chang por un famoso arquero de la época llamado Fei Wei, el cual le enseña el dominio de los ojos (el cual practica viendo tejer a su mujer, la del aprendiz), a la fijación en las cosas pequeñas (observando a una pulga atada a un cordel de seda) y finalmente le enseña a disparar con este, en todo esto que habían pasado unos cuantos años en el proceso, y finalmente llega el día de mostrar sus progresos al maestro y le acierta a un blanco diminuto a 100 pasos, con un arco duro. El joven, agradecido, recibe las siguientes palabras de su maestro: "El verdadero arte del arco y flecha es acertar el blanco sin esos elementos. Es conseguir la gloria sin vanidad y manifestar la gratitud sin palabras". A lo cual el alumno se encerró en su casa y nunca más volvió a salir con este tema, quería aprender a disparar sin flechas y nadie supo si al final lo consiguió.

Este cuento tiene su anclaje en el Hexagrama 4, meng o locura juvenil, que simboliza el joven inexperto de visión dudosa y sabiduría o intelecto todavía no desarrollados, los cuales pueden adquirir sabiduría y conocimiento con una buena instrucción y guía, representados por una montaña en su trigrama superior y el agua en su trigrama inferior. El deseo es difícil que se cumpla, hay que esperar a una ocasión más favorable, el matrimonio es de éxito incierto, no se puede hacer más que esperar, el amor ha de ser con decisión, sino habrá fracaso, el tiempo de vida es enfermizo y débil, puede ser una vida corta, has de prestar caso a tu salud, el tiempo es nublado y lluvioso (como hoy en mi ciudad).

 ¿De qué nos sirve, hoy día, este cuento? Este cuento tiene multitud de aplicaciones filosóficas, a cada cual más variáda que la anterior.

En el Hagakure, se dicen cosas como estas: "Decídete en el lapso de siete soplos", en el sentido de que hay que preocuparse por los problemas con calma y determinación.

Las filosofías del hombre, de Confucio (analectas 3.16 y 7.27) dicen: "El Maestro dijo: "En el tiro con arco, no importa atravesar o no el blanco, ya que los arqueros pueden tener distinta fuerza. Así es como se pensaba antaño"" y "El Maestro pescaba con caña, no con red. Cuando cazaba, nunca disparaba a un pájaro en reposo". Siendo que en la filosofía del hombre es más importante la praxis que el objetivo conseguido. Por lo tanto, el proceso se hace mucho más importante que lo material.

En la filosofía de la mujer, de Liu I.Ming, en su símil "tensar la cuerda, tensar el cuello del traje", se hace referencia a como una persona ha de estar tranquila y receptiva para que su pensamiento sea ordenado. En sus lamentos "atravesar el umbral de lo femenino misterioso" y "en tu propia casa", se da a entender que esta búsqueda tiene que ser interna y que donde mejor se puede hacer es en tu casa.

Con lo cual tenemos, que, hasta para clicar en la pantalla de nuestro ordenador, debemos de conocernos a nosotros mismos y no emprender el conocimiento de la web sin una buena praxis, lo que nos llevará a futuros éxitos, porque como bien dice el dicho español, "quien coma carne, que roa el hueso" y aunque esto sea un mal augurio, pocos, hoy día (los youtubers), han roto (por lo menos temporalmente) el dicho, también español, de "quien hace lo que quiere, no hace lo que debe". Estos dos dichos, especiálmente, pesan como una losa para la gente joven e inexperta, los cuales son, para algunos, objetivos a evitar, cosa que no debiera, como bien he intentado explicar en esta exposición.


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