La no tan descabellada idea de Tot, el escriba

Últimamente me he parado a leer literatura de inspiración divina del país en el cual pudo surgir el concepto de Dios en la cultura abrahamica, hablo del antiguo Egipto. Leyéndome un líbelo titulado: "Hermes Trismegisto escribe a Asclepio, deseándole salud de mente", se exponen de manera clara y concisa el concepto y las connotaciones que él tiene.

Pensemos por un momento que todo tiene un principio bien claro, un ser o ente o lo que sea que es el principio, ese ser engendra a otros seres y esos seres a otros seres, ese primer ser, puede ser llamado Dios o inicio y los seres que engendre, no dejarán de ser él, con lo cual tenemos un concepto más elevado de Dios, porque aunque creado y creador sean independientes, siguen siendo uno indisociáblemente (de ahí que la iglesia se empeñe tanto en los matrimonios y en los regímenes de gananciales) y lo que tienda a esa unidad será sano de cara a la creación y expansión y lo que tienda al daño de esa unidad o expansión (pone de ejemplo el orín en los metales), no es Dios y por lo tanto no es bien sino mal.

Desde mi punto de vista, esta pequeña idea de la divinidad del antiguo Egipto, es una idea más que reseñable, ya que esta sola "idea de divinidad", de Hermes Trimegisto, puede hacer que se mantengan unidas las familias y que se cumplan mejor los fines sociales. Hace hincapié, casi al final, en lo que he venido a decir con lo del cielo y la tierra en las filosofías Tao, diciendo: "Y del mismo modo, Dios siembra la inmortalidad en los cielos, y el cambio en la tierra, y en todo el universo, la vida y el movimiento. Pues en estos dos, Dios y el mundo de las cosas hechas, está comprendido todo lo que existe". De esta gnosis se comprenden las actuales legislaciones del divorcio, tendentes a la custodia de los hijos por la mujer y de que el modelo sea el padre como Dios (en vez de la madre).

Su justificación de porqué degenera la sociedad, pero no Dios, es ámpliamente comprensible, ya que dice que este sigue siendo el mismo en origen, pero que al producirse cambios en sus creaciones muta el enfoque, siendo que la sociedad no degenera sino que varía en cualidad.

Para que os hagáis una idea de la profundidad de este pensamiento y lo complejo de llevar en la práctica, pensad que Hermes Trismegisto es un pseudónimo con el que firmaba mucha gente en alusión al antiguo dios Tot, que al igual que cualquier persona que se pone en alguna red social otro nombre y otra foto, de alguien a quien considera su esencia o más elevado, este fue considerado el origen de las teorías de Platón.

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