Reprender

"Es importante que reprendamos y corrijamos a los demás por sus errores. Este acto, esencialmente caritativo, constituye la primera obligación del samuray.
Pero es necesario que nos esforcemos en hacerlo de la forma adecuada. Es, en efecto, muy cómodo encontrar las cualidades y las imperfecciones en la conducta de los demás. Igualmente fácil es criticar. La mayoría de las personas se imaginan que si le dicen a los demás lo que no quieren escuchar, lo hacen por deferencia hacia el otro; y si sus críticas tienen una mala acogida, consideran que el otro es incorregible. Tal forma de pensar carece de razón. Produce tan malos resultados, si de forma deliberada, insultáramos o confundiéramos al otro. Por lo general, no es más que una mala manera de dar salida a lo que se tiene en el corazón.
La crítica no debe producirse antes de haber discernido si la otra persona la va a aceptar; es necesario que primero mostremos amistad, que compartamos sus intereses y nos comportemos de manera que el otro nos muestre toda su confianza, de modo que pueda tener fe en nuestras palabras. Es necesario que tengamos tacto. Conviene que esperemos al momento adecuado para hacer amablemente la crítica, ya sea por carta o en el transcurso de una grata reunión. Es necesario que empecemos siempre mencionando las propias imperfecciones, y después hagamos que el interlocutor comprenda las suyas, sin pronunciar más palabras que las necesarias.
Es necesario que alabemos sus méritos; que nos esforcemos en animarlo, en preparar adecuadamente su humor. De este modo se conseguirá hacerle receptivo y ansioso de las observaciones, como lo es el sediento del agua que necesita. Es ese el momento adecuado para corregir sus errores.
La crítica constructiva es delicada.
Sé por experiencia que los viejos y malos hábitos no se abandonan sin esfuerzo. Me parece que la actitud más auténticamente caritativa consiste, para todos los samuráis que se hallen al servicio de un daimio, en ser benevolentes y amistosos los unos con los otros, corrigiéndose mutuamente los errores para poder servir mejor al daimio. Al molestar voluntariamente al otro no se hace nada constructivo. Además, ¿cómo podría ser de otra manera?" (Jocho Yamamoto; Hagakure).

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