Las preguntas en clave Esdras

Como dejé caer en la anterior entrada, las preguntas, cuando no las hay no hay respuestas. Con lo cual podemos sacar una amplia filosofía de ellas. Por un lado, está la filosofía oriental clásica que rehuye las preguntas y por otro lado, está la filosofía tradicional occidental que siempre se las pregunta.

Podemos ver la filosofía occidental en las películas que se hacen, por ejemplo, cualquier serie que se haga hoy día genera además de una cantidad de excitación considerable, una consiguiente cantidad de preguntas que nos mantienen pegados a la pantalla. Es un arte noble, ese de preguntarse en Occidente, y se considera sano. Pero somos los únicos a escala global que lo hacen, por lo menos a fechas recientes.

Leyéndome el Lie-Tse, en su parte de las preguntas de Tang, en su capítulo de "extrañas costumbres de extraños países" podemos notar que la mejor asimilación de las costumbres de otro país, es no calificarlas y por ende no preguntarse por ellas, lo cual es un incentivo para el conocimiento desde el respeto. Todo lo contrario de lo que se hace en occidente, que como bien he dicho, se considera una falta de respeto el no preguntarse.

Pero, donde se encuentra la sinceridad para ellos, se encuentra el amigo, ya que como bien dice otra forma de estructurar las cosas oriental, que es la coránica, de boca de Ibn Arabi, a través del Corán y por supuesto de Alá o Dios, en las palabras de Esdras: "Si no cesas de preguntar respecto de la naturaleza de la asignación existencial, borraré tu nombre del Registro de la Profecía" ya que como bien se dice en el Corán (17-55, 16-71, 15-21 y 20-50), Dios (Alá) ha puesto a unos por encima de otros, inclusive dentro de comunidades a la hora de impartir ciencia o dar alimentos.

Lo que prima es la calidad de la revelación, en contra del mandato divino. Dios es el Wali (amigo) definitivo por lo tanto no hay nada desconocido, más que lo que se revele "cuando la pierna se descubra" (68-4). Por lo tanto tenemos que las llaves para abrir cualquier tipo de ciencia solo son llaves cuando se utilizan y por lo tanto a no ser que no quieras ser humilde, no has de preguntarte (la santidad es más importante que la profecía).

Personalmente, soy cristiano, y preguntarse no es malo, ya que la humildad cristiana (ya tratada) conlleva la pregunta y no por ello, voy a poder dejar de tratarme de mejor manera, ya que, recordemos, mi principio de actuación es el federal tendente, un poco, a la gnosis, y no por ello pudiéndome dejar de expresar de este modo carente de preguntas, tan encorsetado en multitud de ocasiones, si bien es cierto que de primeras pueda constituir una ventaja, este modo sin ciencia de preguntas.


Comentarios