Siguiendo el ejemplo del artículo que has puesto, seguiré la senda de la coherencia como creo yo que se debe de seguir.
He ido mucho a la biblioteca últimamente y me molesté en leer la reforma del Código penal y la Ley de seguridad ciudadana, leyes que me tocan en muchos aspectos personales. Esta semana salía Hobbes a los quioscos, no obstante, muchas de las partes del Leviatán, ya me las había leído, en especial los aspectos materiales del dinero para articular políticamente su soberanía fuera del Estado y la articulación de sus políticas de control dentro del mismo, poniendo el ejemplo del papel sellado o lo que se conoce hoy día como billetes (política interna) y moneda (política externa). En base a eso, puedo deducir que es una norma de cara a afinar la política externa y reprimir la interna.
Por lo tanto, para saber de qué estamos tratando, mejor dicho, de qué "orden" estamos tratando (como bien dice Wittgenstein en sus "Investigaciones filosóficas"), no basta con ceñirse a la distinción entre "orden" y "regla", sino hay que ir más allá en este, con lo cual propondría contactar con los sectores más afectados en estos temas y propondría una visión alternativa (tal y como se hizo hace algún tiempo con lo del manga y el ánime y el visionado de pornografía infantil, que para eso se movieron bien rápido).
En cuanto a las dos visiones que están en juego en estas leyes, son la lúdica (excelentemente representada por Bob Black, en "la abolición del trabajo"), en especial la intervención de Julius Van, que viene a decir que "mientras exista dinero no habrá suficiente para todos" y la laboral, excelentemente sincretizada por Byung-Chul Han (Psicopolítica), en el cual se ve al ocio, desde el prisma del marxismo y del nazismo, como una consecuencia del trabajo.
Están en juego, también, los principios de masa (la hiperdemocracia de Ortega y su "la rebelión de las masas") y el "principio de mayoría" (de Hans Kelsen, padre del derecho parlamentario con su "de la esencia y valor de la democracia"), desde el punto de vista de que hay una mayoría parlamentaria del PP actualmente y movimientos sociales organizados de carácter muy pujante.
Ambos movimientos debían de leerse "temor y temblor" de Kierkegaard (¿se puede justificar moralmente el silencio de Abraham?), el cual dice, si lo interpretamos, que la masa no está tan vacía de principios y el Estado no es tan inútil.
Hay dos fábulas de Esopo que creo que ayudarán a clarificar este embolado, por un lado está "las ocas y las grullas" que viene a decir que en caso de guerra es conveniente que se sea lo menos rico que se pueda, para que la notoriedad no te hunda, lo cual, es lo que hace el gobierno actual, prever que estemos lo menos gordos posibles para poder escapar mejor (lo cual veo positivo, ya que mientras menos tengamos y seamos más listos, mejor nos adaptaremos), lo cual va muy en la linea del nuevo Código Militar. Por otro lado está, la fábula de "el ávaro", de la cual se obtuvo el dicho de "menos da una piedra" y que, desde luego, puede ayudar a regir la "fortuna" de uno.
Se elija el camino que se elija, creo que estará muy bien, ya que como dijo Ibn Arabi, "el yo es infinito".
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