Eusebes. Comentario a las rentas de inserción



Hoy voy a hablar de una piedra muy singular, la "eusebes", o piedra de la piedad, que para artículos, como este de la imagen, viene muy bien.

Gratos momentos y buenas lecciones, nos da la fábula de Esopo de "la cigarra y la zorra", que nos advierte de la pérfida forma de ser de los que mendigan tu presencia para aprovecharse de ti, como es el caso de la zorra, y cómo esta se deshace de ella tirándole una hoja desde el árbol para no bajar, mostrando desconfianza porque vio que los de su especie eran comidos por las zorras, como bien le demuestra.

Habéis de saber que para las derechas, la pietas, a parte de ser algo referente a Dios (no precisamente un temor), es algo genérico, como bien dice San Agustín en su Ciudad de Dios (liber X,10), cuando se expresa a uno se expresa a todos.

Para las izquierdas, la pietas, que también la refiere como algo de Dios, se circunscribe a una diosa romana del mismo nombre, lo cual es algo ya, bastante significativo y esto solo se circunscribe a los ciudadanos bajo las leyes, al estilo de Las Leyes de Platón (liber VI, 782e-783c), según la comida, la bebida y el amor.

Boecio, en su consolación de la filosofía (liber II,2), dice que "nunca es rico quien tiembla y gime en la miseria". Con lo cual tenemos que la visión de las derechas es la de los pobres pedigüeños que nunca llegan a ricos, con las izquierdas todavía hay ciudadanos ricos.

Decía la fábula de "la cigarra y las hormigas" de el mismo Esopo, que como las cigarras que están en verano bailando, las hormigas les tienen que cerrar la puerta cuando llamen al invierno, que sería la visión de las izquierdas. La visión de las derechas o la que deja clara Disney, que ante un pobre como la cigarra, las hormigas no corren peligro alguno y que les amenizará el momento, que sería una visión más de izquierdas (la de cerrar la puerta).

¿Cómo deshacemos este empate en visiones?

Decía Marco Aurelio en sus Meditaciones (liber IV, 8 y 9), "lo que no hace al hombre peor de lo que es tampoco empeora su vida, ni le perjudica dentro ni fuera de su ser" y "la naturaleza está obligada a actuar como actúa, en su propio beneficio". Con lo cual tenemos que la forma de ver la vida de las izquierdas busca incluir en la sociedad a gente que para ellos estaban fuera y para las derechas ha de incluir la simpatía y la bondad personal dependiendo de quien sea, porque se supone que todos están dentro de la sociedad.

Yo me quedo con el mensaje de Epicteto, en su "Manual de vida", en su pasaje nº 56, "lo temible no son los sucesos, sino el miedo a los sucesos". Refranes que los recojan desde las izquierdas, como: "el saco de jugador, no necesita atador", "el que juega por necesidad pierde por obligación", "esclavo se hace quien adquiere deudas" y "el trabajo es sagrado, no lo toques" (entre otros tantos). Refranes desde las derechas, como: "el que parte y reparte se queda con la mejor parte", "el que parte y reparte se queda con la peor parte", "quien nació para pobre jamás llegará a ser rico", "quien lo poco despreció, a lo mucho no llegó", "por dinero baila el can; y por pan, si se lo dan" (y otros tantos) y "si quieres que el ciego cante, la limosna por delante".

Como la piedra eusebes, quien quiera saber de piedad, que la practique.

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